25 de septiembre de 2017

Blueberry: Fort Navajo, por Charlier y Jean Giraud




Título: Blueberry: Fort Navajo.
Guionista: Jean-Michel Charlier
Dibujante: Jean Giraud (Moebius)
Páginas: 272.
Precio: 2,99€.
Editorial: Planeta DeAgostini.







Acompañando al sorteo que estamos realizando de este mismo tomo, no podíamos dejar pasar la reseña sobre este número mítico. Una oportunidad de ver los inicios de uno de los grandes, como es Moebius, de contemplar el nacimiento de un icono de los cómics, como es Blueberry, y de observar como un clásico de la BD, como es Charlier, se adentra en una historia plagada de interpretaciones.

Por cierto, que para conocer mejor el sorteo del que hablamos, visitad las publicaciones del sorteo en Twitter y Facebook.

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Y ahora sí, vamos a entrar en materia.


La historia nos presenta al teniente Blueberry, un oficial tras la guerra de secesión que acaba en territorio apache y se ve envuelto en mitad de una guerra que no puede parar entre el racional pero guerrero jefe indio Cochise y el racista oficial Bascom.

Una historia simple de indios y vaqueros que acaba por demostrarse más compleja de lo que aparenta. Ya en un principio, por las fuentes de las que bebe, que van desde la obvia película Fort Apache de John Ford hasta el acontecimiento histórico del affaire Bascom. Este ya se basaba en uno de los motivos desencadenantes de las guerras apaches, que, de nuevo, evidencian la falta de entendimiento entre los dos grupos en disputa. Un malentendido y una incapacidad para el diálogo, mezclados con un interno odio hacia los otros (especialmente por parte de los estadounidenses), son los ingredientes de esa historia que también están presentes en ésta.
Cochise en pie de guerra.
Así, Cochise y el mayor Bascom se basan en dos de los protagonistas reales de esta disputa. No obstante, no significa que los reflejen a la perfección. Se ha alterado mucho la historia original para arrojar una perspectiva sobre ella. Así, Bascom es retratado como un exagerado racista mientras que Cochise es un líder cuyo pueblo ha sido injustamente acusado y que busca ante todo la paz, pero no le tiembla la mano a la hora de recurrir a la violencia.

Esto, junto a que nuestro protagonista es un oficial al servicio de Bascom, aporta una perspectiva matizada del conflicto. En ambos bandos vemos personajes buenos y malos, y el personaje protagonista defiende a unos u otros dentro de lo que sería lógico para él. No obstante, a pesar de moverse en este territorio de en medio, llama la atención que gran parte de la peripecia se basa en Blueberry atacando y, sin vacilar demasiado, matando los apaches en un conflicto que, tal y como se presenta, es más culpa de los estadounidenses. Obviamente, es lógico que este bando sea más beligerante con Blueberry y deba responder con violencia con más facilidad, pero al mismo tiempo en todo el cómic da la sensación de que la pérdida de vidas blancas se valora más que las masacres a indios.

Para representar esa zona gris en que se mueve el cómic, hay un personaje muy interesante, el soldado Crowe, un mestizo que se encuentra desarraigado de los suyos por pertenecer al ejército yanki y al mismo tiempo no encuentra su lugar a las órdenes de un racista como Bascom. Es el ejemplo máximo de lo difusas que están las líneas en este cómic, que daría para un debate largo y tendido sobre si hay o no una verdadera neutralidad.
Página original del
principio que marca el inicio
de un clásico.
Pero en lo que no deja dudas este cómic es en que Blueberry es un personajazo. Un antihéroe a la antigua usanza en un contexto y un conflicto que benefician y justifican su actitud chulesca, desafiante e incorrecta. Y, por supuesto, es todo un acierto introducirlo en contraposición al Teniente Craig, militar correcto y educado que se ve forzado a convivir con el incorregible Blueberry. Gracias al protagonista, Craig irá aprendiendo que la actitud de Blueberry se encuentra mucho más adaptada al hostil y salvaje entorno del oeste. Una relación tan fuerte que convierte a este primer volumen en una auténtica historia de amistad.
-¡Hasta la vista, Blueberry! Porque volveremos a vernos... ¡Tengo que ajustarle las cuentas!
-¡Adiós, Craig! Porque no volveremos a vernos en este mundo. Respecto a nuestras cuentas, no sea impaciente allí arriba. ¡Pienso llegar a viejo!

Pero claro, aparte de eso hay mucho más. Hay una guerra en ciernes, con escaramuzas dibujadas con una increíble gracilidad por un Jean Giraud aún no conocido como la leyenda de Moebius. A pesar de su juventud y de apenas estar empezando, Giraud ya da muestras de su estilo eterno en un diseño muy identificable de los personajes, en esas mencionadas batallas y en un desierto que ambienta toda la historia y cuya geografía maneja a la perfección.
Así, este primer volumen de las andanzas del Teniente Blueberry resulta altamente interesante por lo que comienza. Un principio que sabe mucho a esto, a un mero punto de partida, pero que como tal no decepciona y nos aporta una historia que elige muy bien todos sus ingredientes. Además, cabe mencionar el dossier que la acompaña, en el que se nos cuenta la historia detrás del cómic, con documentos que ayudan a comprender cómo llegó a realizarse. Un auténtico clásico que merece la pena descubrir, y que gracias a esta edición puede incluso llegarse a comprender.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω Ω

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