13 de marzo de 2018

Choque de Reyes, por George R.R. Martin



Título: Choque de Reyes.
Saga: Canción de Hielo y Fuego.
Autor: George R.R. Martin.
Editorial: Gigamesh.
Páginas: 469 + 489 (958).
Precio: 16€.







Pues sí, los libros de Canción de Hielo y Fuego se reseñan en este blog aproximadamente en lo que tarda Martin en escribir sus continuaciones. De hecho, puede que esté próxima la publicación del siguiente volumen, Vientos de Invierno, por lo que no está mal retomar las reseñas en este momento. Veamos cómo han avanzado las cosas en este mundo de fantasía:

Tras los sucesos del anterior libro, Joffrey Baratheon se sienta en el Trono de Hierro de Poniente, aunque férreamente controlado por la familia Lannister. Sin embargo, éste es un dominio apenas nominal, ya que los Siete Reinos vuelven a estar fragmentados, con nada menos que cuatro reyes hostiles entre sí que se enfrentarán por el poder. Eso sin contar a Daenerys Targaryen, última de su Casa, que también aspira a ese territorio avalada por sus dragones, aunque se encuentre actualmente sufriendo penurias con su pueblo dothraki en el lejano Este.

Como en el primer libro, lo principal en esta historia de fantasía épica no son, precisamente, los elementos fantásticos o mágicos, sino la ambientación medieval, cuya psicología y entorno domina a la perfección. Sin embargo, los elementos sobrenaturales van ganando terreno, como ya se profetizó en el anterior número, por lo que parece que la fantasía irá en aumento sin despegarse del naturalismo medieval que viene siendo costumbre. Es una manera perfecta de conseguir una mezcla casi contradictoria: por un lado dotar de un mayor realismo a ese mundo sobrenatural; y por el otro lograr que siga teniendo la fascinación por lo increíble que debe tener.
¿Para qué crees que sirven los caballeros, niña? Tú piensas que todo es cosa de recibir prendas de las damas y quedar guapo con una armadura chapada en oro. Pero no, los caballeros sirven para matar.
A pesar de todo,
el Perro tiene claro el mundo en el que vive.

Ligado a este progresivo avance en importancia de la magia va un pequeño problema que veo a esta segunda parte, y es la excesiva simbología premonitoria que encontramos en muchos pasajes. Hay varios momentos relacionados con sueños o visiones del futuro que resultan demasiado crípticos. Otros se entienden y se disfrutan más, pero por momentos nos encontramos ante páginas y páginas de no entender realmente de qué están hablando y es un poco frustrante. El ejemplo perfecto es la visita de Daenerys a la Casa de los Eternos. La verdad es que no deja de ser entretenido, y la interpretación de cada desconcertante detalle junto con el personaje de turno puede ser un juego divertido, pero cuando hay tantos detalles es difícil retenerlos todos. Seguramente, esos abundantes momentos serán más disfrutables en una futura relectura, cuando ya conozcamos el desenlace y el camino de las siguientes entregas.

Sea como sea, gracias a este incremento de la magia que se da con el progreso de la historia, y al propio progreso, se establece al fin el tono que define a la serie. Todo el libro anterior, a pesar de ser excepcional, no es más que una presentación, un preámbulo que establece el mundo con el que aquí se juega en mayor medida. De hecho, al fin me he encontrado con esas señas de identidad de Canción de Hielo y Fuego de las que todo el mundo hablaba y yo no había visto tanto hasta ahora: la guerra y sus inesperados lances, las muertes (algunas inesperadas) por doquier, la temible magia, el gran número de frentes abiertos en torno a este continente ficticio...
Desembarco del Rey,
tal y como figura en los mapas anexos a este libro
para conocer mejor el emplazamiento de
la primera gran batalla que sucede en esta saga.
Y, en medio de todo ese ambiente inestable, grandes personajes. Acordes, como todo en este libro, a esa inspiración medieval, pero particulares y ricos, con un arco que, de nuevo, se apunta mucho mejor aquí que en el libro previo. Se le sacan punta así a muchos de los personajes cuya trayectoria apenas se apuntaba en el anterior libro, como a Sansa Stark, su hermano Bran o Theon Greyjoy, mientras que otros como Jon Nieve, Daenerys Targaryen o Robb Stark tienen todavía mucho por delante para su desarrollo, y desde luego se les coloca en situaciones interesantes para que así sea.

En este sentido, cabe mencionar el inmenso protagonismo que adquiere Tyrion Lannister, no sólo  porque sea el personaje con más capítulos dedicados a él, sino también y sobre todo porque el clima político de conspiraciones y tensas estrategias militares va bien con el personaje y favorece que se luzca, y no sólo con sus irónicas frases. Al fin desarrolla el potencial que parecía tener para la política y que la gente admiraba, ya que en el anterior libro me decepcionó un poco respecto a la admiración que se tenía hacia él. Además, junto a su inteligencia por fin demostrada, se asienta una personalidad por la que es difícil no empatizar, compleja e interesante. No llega a ser mi personaje favorito de la saga, pero sin duda es el gran personaje de este libro.
-El poder reside donde los hombres creen que reside. Ni más, ni menos.
-Entonces, ¿el poder es una farsa?
-Una sombra en la pared-murmuró Varys-. Pero las sombras pueden matar. Y a veces, un hombre muy pequeño puede proyectar una sombra muy grande.
-Lord Varys, por extraño que parezca os estoy tomando cariño-Tyrion sonrió-. Aún es posible que os mate, pero lo lamentaré de verdad.
El final deja todo a medias y plantea situaciones interesantísimas en todos los frentes. No es de extrañar que el siguiente libro, Tormenta de Espadas, sea tan largo. Por otra parte, no es un cierre tan bueno como el del anterior libro. Es normal, ya que las impactantes presentaciones, el crescendo emocional y el finalazo del anterior, con la eclosión de la magia en este mundo, lo hacen impecable a nivel estructural, por lo que servía tanto de cierre de la introducción como de planteamiento de los siguientes. Éste sirve como planteamiento de las siguientes, lo cual no es poco, pero no queda tanto como una obra unitaria, sino como un episodio más de una gran novela.

Así que sí, en general diría que es inferior al anterior, pero tampoco porque no tenga aspectos positivos. Establece el tono, nos adentra en la guerra con primera batalla incluída, enfanga la historia y llena de conflictos a los personajes. Y, como siempre, engancha. Así que, tarde o temprano, habrá reseña del siguiente.


PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω Ω

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