Hellboy en el infierno: el descenso, por Mike Mignola

Título: Hellboy en el infierno: el descenso.
Autor: Mike Mignola.
Páginas: 132.
Precio: 18€.
Editorial: Norma Editorial.








Última parada: el infierno. Parece que así será para Hellboy, que va a tener esta serie como su despedida por un tiempo. Una despedida que cierra una etapa en el personaje, pero que tampoco lo aleja demasiado de los lectores, ya que habrá futuras historias del personaje ambientadas en su pasado y algunas otras en el ya rico universo compartido que se desarrolla a su alrededor. Pero, hasta donde se sabe, no habrá nuevas historias de Hellboy en el presente tras este paseo por el infierno para el que su creador, Mike Mignola, decidió regresar a los lápices para narrárnoslo como autor completo. Y qué ganas le tenía, leche.

Tras la tormenta y la furia, Hellboy acaba en el infierno. A fin de cuentas, una vuelta al hogar, que tendrá reencuentros familiares y apariciones de algunos de sus destacados habitantes. Sin embargo, como sucede cuando vuelves a casa tras mucho tiempo fuera, las cosas han cambiado. Y puede que Hellboy ya no sea el mismo tras este viaje, pero probablemente el infierno tampoco...

Porque al final el protagonista de toda esta historia es el infierno. Hasta ahora conocemos el lugar  de nacimiento de Hellboy sobre todo por seres provenientes de allí, pero en esta historia se realiza un auténtico tour por sus lugares más destacados, plagado, como no podía ser de otra manera, con referencias de todo tipo muy bien entremezcladas. Desde la literatura hasta la mitología, el repaso al infierno se da con un tono tan lírico que consigue sumergirte en su oscura atmósfera aunque, claro está, el prosaico Hellboy siga poniendo los pies en la tierra cuando es necesario. Claro que ahora la Tierra le pilla un poco lejos. El viajero semidemoníaco de Mignola sigue siendo el mismo, aunque ahora quizá esté más sobrepasado por los acontecimientos que de costumbre. No es para menos, ya que atraviesa uno de los cambios más trascendentales para el personaje.

-¿Dónde demonios estoy?
-En el abismo... la antesala del infierno. Te encuentras en el límite exterior, y ante tus ojos se extienden las insondables profundidades del caos.
-Ya. Si lo sé, no pregunto.

-El comité de bienvenida.

Porque no todo en este cómic es un simple paseo por el infierno, aunque esa simpleza sea su punto fuerte. También se desarrolla una inquietante trama que se ocupa de narrar algunos de los momentos del pasado de Hellboy mientras le augura un futuro más incierto que de costumbre. Su destino, siempre ligado a su rocosa mano derecha, de repente tiene más que ver con su mano izquierda. Y el aspecto del infierno es de una calma tensa que augura tiempos más turbios para la continuación de la serie. Puedo parecer muy críptico, pero es que procuro hacer pocos spoilers según avanzo. Baste decir que se producen algunos hechos sorprendentes y se construye un terreno propicio para acontecimientos todavía más impactantes en el tomo venidero que completará a éste. Difícil ser más atrapante.

Uno de los Duques del infierno.

En medio de ese argumento, al final del tomo, nos encontramos con la historia corta de Los tres látigos de oro. Aún situada en el infierno, trata del encontronazo de un tal Jules Eugene con Hellboy, y en ella se recupera el tono de leyenda que tanto éxito le ha dado a Mignola. Los elementos mágicos, el tono socarrón de Hellboy y los personajes tan sobrenaturales como impredecibles siguen dándosele a la perfección al autor, y no por usarlos se abandona el tono de lúgubre presagio que venía teniendo el cómic, sino que más bien se coge aire para lo que vendrá. En definitiva, un interludio en el que el maestro demuestra que puede hacer lo de siempre tan bien o mejor que siempre.

Algo que se podría decir también de la vuelta a los lápices de Mignola, que se produce en esta serie tras un tiempo de dedicarse únicamente a los guiones de sus creaciones. Su particular dibujo sigue siendo la marca distintiva del mundo que construye, con las formas angulares y la tinta dominando a los infernales e imaginativos monstruos que despliega. Al mismo tiempo, las impresionantes composiciones de página funden a la perfección el texto de aspiraciones místicas con los dibujos a través de los que te conduce. Todo ello, claro está, resaltado por la labor de Dave Stewart en los colores, que da con el tono preciso tanto en las zonas tenebrosas de los yermos parajes infernales como en aquellas en las que colores vivos contrastan en mitad de fogosas luchas, las cuales, por otra parte, no son muy abundantes por ahora.

Una caída en el infierno,
como otra cualquiera.

Al final, es todo el conjunto de factores y no uno por encima de los demás los que hacen de Hellboy en el infierno una gran obra. Toda una experiencia conjunta que merece ser leída detenidamente para disfrutar de cada página y sumergirse como es debido en ese ambiente tétrico que conforma la nueva y vieja casa de Hellboy, antes de que el propio personaje decida mandarlo a paseo con alguno de sus exabruptos. Desde luego, imprescindible para todo fan de esta particular creación de Mignola.

PUNTUACIÓN:

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