11 de octubre de 2014

Estela Plateada: Parábola, por Stan Lee y Moebius




Título: Estela Plateada: Parábola
Guionista: Stan Lee.
Dibujante: Moebius.
Editorial: Panini Cómics.
Páginas: 80.
Precio: 9,95 €.









El medio del cómic es relativamente joven en comparación con otros medios de expresión artística. Sin embargo, en apenas un siglo, a mucho remontarnos un siglo y medio, el cómic ha sabido crecer y desarrollarse con unas formas narrativas y de expresión específicas, así como con una infinita gama de posibilidades en cuanto a los temas a tratar. Y esto ha sido sin duda alguna gracias a leyendas como Stan Lee y Moebius, dos genios creativos que han sabido hacer crecer al cómic, cada uno en su momento y en su demarcación geográfica, catapultando el medio hacia un nuevo nivel. Es obvio que una colaboración entre estos dos gigantes del cómic no puede dejar de ser interesante, aunque quizá ofrezca dudas debido a lo dispar de sus estilos.

En este cómic se cuenta una vez más la llegada de Galactus, el Devorador de Mundos, a la Tierra y su enfrentamiento con Estela Plateada, defensor de los terrestres. Sin embargo, esta historia, que lleva contándose desde la trilogía de Galactus en torno al número cincuenta de Los 4 Fantásticos, se reformula aquí. En primer lugar, la Tierra a la que llega Galactus no tiene superhéroes. Sin toda la enorme colección de superseres que podrían defender la Tierra, sólo Estela Plateada se opone al gigante cósmico. Pero además de esto, Galactus no pretende pura y simplemente devorar la Tierra. Su plan esta vez es más intrincado: va a hacer que se destruya a sí misma. Así, asume el papel de Dios y se dispone a dirigir los destinos de los hombres con una perversión maquiavélica.


A priori, la historia que se cuenta aquí tiene un gran trasfondo, en cuanto que pone de manifiesto el fanatismo religioso proponiendo como alternativa una fe siempre respaldada por la razón, al tiempo que cuestiona las raices bondadosas o malvadas del propio ser humano y en relación a ello vislumbra en la lejanía una concepción interior de la deidad. No está mal para un cómic publicado originalmente en apenas dos números de alrededor de veinte páginas. Y además el desarrollo argumental acompaña este trasfondo y provoca que se desarrolle correctamente, con momentos dramáticos, pruebas a las que el inquebrantable héroe debe enfrentarse y un final interesante, aunque quizás algo previsible.

Ahora bien, este trasfondo es desmerecido por la torpe forma. No nos engañemos, Stan Lee ha estado siempre muy ligado a un prisma juvenil a través del que contar las cosas. Puede que a lo largo de su carrera haya abordado temas adultos, pero el estilo era casi siempre dirigido a jóvenes. Y cuando se ha desmarcado de esto, ha sido generalmente para adoptar un estilo que tira hacia lo cómico. Así, en este cómic, puramente adulto, muchos de los aspectos formales, que en realidad son típicos en Stan Lee, chirrían mucho más. Tanto que acaba por emborronar la historia que pretende contar.
Estela siendo un chulo.
De esta forma nos encontramos con una narrativa pomposa y desmesurada, que provoca algunas disertaciones y frases muy interesantes junto a otras que son meras florituras. Ello conforma unos diálogos que hacen parecer a los personajes como caricaturas simplistas y maniqueas, cosa que son Galactus y Estela Plateada, pero que no deberían ser los humanos que desfilan por estas páginas. Porque esa es otra, el simbolismo del que está cargada esta historia es demasiado explícito, no sólo porque Galactus sea, obviamente, Dios, en la versión más cruel que sólo podría aparecer en el Antiguo Testamento; sino también en Estela, que es una prefiguración clara de un Jesucristo surgido de las más bondadosas páginas del Nuevo Testamento y que contrarresta al Devorador de Mundos. E igual que ellos, otros personajes de esta historia también tendrían su contrapartida bíblica. 
¿Es que su demente fanatismo no tiene fin? ¿Por qué recurren a la violencia en nombre de aquél a quien adoran? ¿Tan pronto han olvidado que el mayor poder es el del amor?
-Estela Plateada
se puede decir más alto, pero no más pretencioso.

Pero uno de los rasgos de la narrativa que considero más molestos, heredados directamente desde la Edad de Plata en que Stan Lee creó las bases del Universo Marvel y quizá derivado directamente del "método marvel" con el que Lee realiza habitualmente sus trabajos, es la repetición de lo que se ve en viñeta, a veces combinado con monólogos que únicamente describen lo que el personaje que los produce está haciendo o padeciendo. No sólo me parecen incisos de la narrativa altamente prescindibles, sino que además hacen que el dibujante sea un mero apoyo decorativo carente de función real. Y esto es un crimen doble en un cómic dibujado por Moebius.

No obstante, el artista francés tampoco hace un trabajo espléndido, aunque no negaré su calidad. Ante una forma de trabajar que le resulta extraña y en un período de transición hacia un estilo más simplista, Moebius consigue a pesar de todo unos resultados eficaces, con alguna que otra página muy destacada y, especialmente, con una gran expresividad. Incluso aunque está obviamente fuera de su ambiente, Moebius consigue destacar más que su compañero a los guiones, sin que por ello logre llevar él solo este cómic a la excepcionalidad.
Adoro esta viñeta.
En definitiva, Estela Plateada: Parábola es un experimento digno de ver si eres un aficionado a los cómics. Como producto al final quizá no alcance una calidad muy alta, pues ambos gigantes se encuentran en un entorno que les es ajeno. Stan quiso alcanzar un tono maduro y profundo para Moebius, y el francés quiso adaptarse al modo de trabajo americano empleado habitualmente por The Man. Ninguno de los dos terminó por alcanzar su objetivo, pero el resultado no deja de ser curioso. Además, la edición de Panini es todo un aliciente para acercarse a este cómic. El recoloreado, la galería de Moebius, el formato, el prólogo de Stan Lee... son señales de que la editorial ha cuidado un acontecimiento tan especial como la reunión de estos dos grandes.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω

4 comentarios :

  1. Wow me agrado tu reseña
    tengo un blog relacionado con el comic, me agradaria saber si te gustaria participar en el?
    ojala y se pueda
    Saludos

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    1. Hace mucho de esto, ¿cierto? Siento haberme demorado tanto... como ves, no tengo mucho tiempo para estos menesteres y lo hago más que nada por entretenerme.

      Pero me alegro de que te haya gustado mi reseña.

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  2. Pues me sigue llamando mucho, a pesar de que el resultado no sea el más óptimo... Aunque solo sea por la curiosidad de ver a estos dos señores trabajando juntos.

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    1. Exactamente, ese es todo el punto que le veo a este cómic. Yo, aunque hubiese leído una reseña como esta, probablemente hubiese comprado el cómic de todas formas, de modo que no te puedo culpar.

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