5 de junio de 2014

Pretty Deadly, volumen 1: The Shrike, por Kelly Sue DeConnick y Emma Ríos



Título: Pretty Deadly, volume 1: The Shrike
Guionista: Kelly Sue DeConnick
Dibujante: Emma Ríos
Editorial: Image (pendiente de publicar en España)
Páginas: 120
Precio: $9.99 (7,30 €)









Cuando un cómic formado por el clásico equipo creativo guionista/dibujante resulta ser de un nivel excepcional, suele ser debido especialmente a una de las partes. El trabajo de uno de los autores lidera al otro, que quizá haga un buen trabajo y resulte un buen complemento, pero no es el responsable principal de la calidad del cómic. Algo menos habitual es que dos artistas mediocres al complementarse y fusionar sus estilos den lugar a una obra sobresaliente. Lo que resulta insólito es que las dos fuerzas creativas de un cómic estén a un nivel tan alto como sucede en Pretty Deadly. Veamos si acierto a resumir de qué va esto:

Sissy es una chica enfundada en un traje de buitre que viaja por el viejo oeste americano junto al misterioso viejo ciego al que llama Foxy. Juntos van de pueblo en pueblo contando a los viajeros la historia de cómo surgió Deathface Ginny, la hija de La Muerte. Sin embargo, esta vida errante se verá truncada cuando Sissy se vea perseguida por diversas fuerzas sobrenaturales, lo que la llevará a cuestionarse dónde acaban las leyendas y empieza la realidad.

Porque en realidad lo que aquí se cuenta tiene un tono legendario. Toda la atmósfera que rodea a la historia y a los personajes recuerda a cuentos y mitos desde el momento en que se nos comienza a contar, siempre introducida por lo que un conejo relata a una alocada mariposa en un extraño ambiente onírico. Una historia que se mueve en un terreno tan fácil de elevar a lo épico como el lejano oeste, pero que precisamente también es muy fácil asumir con lo vulgar y violento, dos tonos radicalmente diferentes que se aúnan sin que exista contradicción en una historia que gusta de beber de múltiples influencias.

El gran cuento de esta historia es
la espectacular
canción de Deathface Ginny.


Gran parte de la culpa de que esta confluencia sea posible es de unos personajes carismáticos capaces de caminar por todos los senderos. El más polivalente, con un pie en los cuentos y otro en la arena del desierto, es Deathface Ginny, que se presenta como la protagonista y, pese a todo, sigue siendo tan misteriosa que deja con grandes ganas de conocerla mejor en los siguientes números. Pero el hecho de que apenas la conozcamos en éste volumen se suple con la presencia de otros grandes personajes como la inocente Sissy con quien conocemos toda la historia, el también misterioso Johnny Coyote con su cuervo Molly, la siniestra y mortal Alice y mi favorito, el viejo ciego Fox (y estos son sólo los que más me gustan, me dejo bastantes).
-¿Alguna vez recuerdas tus sueños?
-No si tengo suerte.
-Una respuesta de Fox
que parece sacada del más duro de los westerns.

La historia va avanzando a medida que se descubre el pasado de estos personajes (dejando interesantes huecos en muchas ocasiones), jugando en un principio con la total confusión del lector, que va observando cómo suceden acontecimientos y se presentan personajes en una maraña que poco a poco se va explicando. Este lento conocimiento de la trama principal motiva lo atrapante de la lectura, que siempre deja un cabo suelto y muchas ganas de tirar de él, complementado con una narración espléndida que contiene algunos momentos para enmarcar, especialmente provenientes de conversaciones.
-Toda gota de sangre vertida sobre la Tierra desemboca en un río.
Pero el dibujo no se queda para nada atrás, muy al contrario resulta impresionante y construye una narrativa gráfica particular que además se imbrica a la perfección con el tono de la historia en cada momento. Por mucho que conociese ya el increíble estilo de Emma Ríos, uno no puede dejar de sorprenderse del magnífico trabajo que desarrolla en este cómic. El diseño de los personajes (mención especial a la brutal reinvención de La Muerte), la composición de las páginas, el uso de recursos de otros géneros como el manga y hasta las múltiples viñetas de desenfundar armas, todo es una elaborada artesanía que construye su propio lenguaje dentro del cómic.

Ejemplo aleatorio de una de las composiciones de página de este cómic
en blanco y negro.
Y no puedo terminar esta reseña sin mencionar la apoteosis final. Ese último capítulo de un ritmo endiablado, en el que confluyen todos los personajes y tramas vistos hasta el momento, en el que se producen todas las confrontaciones que se esperaban desde el primer número y en el que las artísticas composiciones de página en el dibujo acompañan a un desenlace inesperado. Todo ello acabado en un clímax que deja la emoción a flor de piel, muchas preguntas por responder y la sensación de haber sido testigo de una historia de calidad inmejorable.
Johnny Coyote.
Porque sí.
En definitiva, una historia trepidante, con una narración brillante a todos los niveles, unos personajes atrayentes y una calidad artística indiscutible. Pretty Deadly ha entrado con fuerza en este primer arco argumental, que no sólo tiene valor en sí, sino también por todo aquello que deja sin contar, abriendo las puertas para un futuro regreso de Deathface Ginny (y espero que de algún otro personaje visto en este primer volumen... aparte de Sissy, quizás Johnny Coyote y Molly fuesen interesantes también a desarrollar) del que sólo cabe esperar que siga por esta estela de genialidad.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω Ω Ω

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