10 de abril de 2014

Marvel Knights: Punisher, por Garth Ennis y Steve Dillon

La colección extra-superhéroes necesita
un rediseño de sus portadas.
No me cansaré de decirlo.




Tïtulo:
 Marvel Knights: Punisher

Guionista: Garth Ennis
Dibujante: Steve Dillon
Editorial: Panini Cómics
Páginas: 280
Precio: 15€










Me he levantado hoy con ganas de ganarme enemigos. Sí, porque no pretendía reseñar este cómic como suelo evitar en general los cómics de superhéroes insertados en una continuidad (sé que no es un superhéroe, pero es el universo Marvel), pero he decidido hacer la vista gorda con éste sólo porque NO me ha gustado. Llevaba algún tiempo siendo bastante amable, incluso con cómics que me habían gustado menos, de modo que me apetecía ensañarme con alguien y hete aquí que Garth Ennis (a quien ya adelanto que amé por Predicador) me ha dado buenos motivos. Así que durante la próxima reseña voy a dedicarme a contar lo poco que me gusta el cómic probablemente más aclamado de los que engrosan la colección de las aventuras de Frank Castle. Me pondré el chaleco antibalas, porque imagino que los fans de un personaje como éste no son de enviar respetuosas cartas para mostrar su descontento.

Punisher ha vuelto a la ciudad. Oculto bajo el nada sospechoso nombre de John Smith, conciliando la vida en su vecindario con su actividad como asesino justiciero, quien una vez se llamó Frank Castle está dispuesto a acabar con todos los delincuentes de los bajos fondos, empezando por los Gnucci, una familia mafiosa liderada por la excéntrica Ma Gnucci. Lo que no sabe es que su vuelta a la actividad inspirará a otras personas a cometer asesinatos, cada una motivada por su particular visión de la justicia.

La trama no podría ser más simple: Punisher tratando de acabar desde los cimientos con una familia de la mafia italiana. Pero precisamente no pretende este cómic sorprender con la brillantez o complejidad de la historia, sino que los detalles que la impregnan hagan que cobre fuerza. Entre estos detalles está un Punisher distinto, desatado como nunca antes, implacable, brutal. Un flipado. Seriamente, sé que Punisher es uno de esos personajes que los tiene bien puestos, que acaba con enemigos que parecen imposibles de derrotar de las formas más inverosímiles y lo hace con estilo. Testosterona pura e irrefrenable. Ahora bien, creo que aquí se pasan mostrando a Punisher como el macho alfa más chulo del lugar. El personaje, especialmente al inicio, realiza toda clase de acciones que desafían con ímpetu la coherencia interna de la historia y que únicamente sirven para mostrar lo rudo, macho y molón que es. No digo que no puedan hacer un personaje de este tipo, pero no a costa de que la historia pierda sentido.
En realidad éste es un momento épico.
Una buena prueba de ello es el momento en que lucha contra Daredevil, invitado especial del tomo. Como buen encontronazo entre dos personajes tan antagónicos como estos, su lucha no es sólo física sino también dialéctica. Cuando se ponen a luchar físicamente, gana Punisher de una manera bastante lógica ya que conoce las debilidades del hombre sin miedo. El problema viene cuando enfrentan sus diferentes ideas sobre la justicia. En este sentido, por supuesto, también se muestra que Punisher queda por encima, además de una forma irritantemente chulesca, pero no veo que tenga mucho sentido. (Voy a explicar por qué, pero sin spoilers, de modo que de poco o nada se van a enterar quienes no lo hayan leído) En primer lugar, porque coloca a Daredevil en una situación en la que parece no tener más que dos opciones cuando en realidad creo que es bastante lógico pensar que en esa situación podría haberse salido con la suya sin jugar a lo que Castle le proponía. En segundo lugar, porque, dentro de que Daredevil acepta jugar a ese juego con Punisher, su elección parece bastante ilógica y poco acorde al superhéroe. Y a pesar de las muchas réplicas que podrían tener estas páginas, la trama avanza y el indiscutible vencedor de esta contienda filosófica tiene una calavera en el pecho.
Le dejo ganar el primer asalto porque le espera una mala noche.
Muestra de la chulería de Punisher frente a Daredevil

Pues muy bien. Teniendo en cuenta que podría ulcerarme si sigo hablando de lo que no me gusta de esta versión de Punisher, hablemos de otros personajes. En principio, los secundarios más cercanos al justiciero son sus vecinos, Joan, el Señor Bumpo y Spacker Dave. Personajes bastante ridículos, simples y planos cuyos diálogos podrían ser sustituidos, en el orden en que los he mentado, por las frases: "tengo miedo", "estoy gordo" y "soy un colgado". Es obvio que estos personajes están hechos para ser así y que lo importante es el papel que Frank Castle juega en su pequeña sociedad y la "integración" que tiene en ella. No obstante, y esto podría ser la opinión más controvertida y subjetiva de esta reseña, me gustó mucho más la adaptación que de ellos se hizo en la película de 2004. Manteniendo lo mejor de las ideas de este cómic, en dicha película me creo mucho más la relación de simpatía que se genera entre el castigador y sus vecinos. Quizá porque aquí veo a un Punisher mucho más inhumano, así como a los vecinos menos reales y más parecidos a una caricatura que a un persona que me pueda creer en una historia así.

En el plantel de villanos figuran una serie de mafiosos sin ninguna clase de importancia y su jefa Ma Gnucci, una histriónica mafiosa que con el tiempo acaba volviéndose más y más ridículamente despiadada y despótica. Exagerada hasta el extremo, nunca supone una amenaza real para Punisher, siendo así que no le pone nunca en un verdadero aprieto. Desde el principio sientes que el machote de Frank Castle, incluso en las peores circunstancias, se comerá con patatas a la casi anciana. Cosa distinta es el sicario conocido como El Ruso, con mucha diferencia mi personaje favorito. También, como todo lo de este cómic, esta exageradísimo y caricaturizado hasta niveles delirantes, pero aquí pienso que le viene genial e incluso genera una sensación de amenaza como ningún otro villano del cómic. Además, la pelea que mantiene con Punisher y sus consecuencias es lo más disfrutable para mi gusto.
Ya sabéis, chicos y chicas, "WHANNG" es el sonido que hace
un water al ser golpeado contra un ser humano.

Sé que teníais curiosidad.
No quiero extenderme demasiado con los personajes, pero también son parte importante de la historia la Teniente Von Richtofen y el Detective Soap, miembros de la policía dedicados a perseguir a los Gnucci y Punisher respectivamente. La verdad es que me gusta Von Richtofen y su arrolladora personalidad, aunque tampoco creo que sea un personaje especialmente destacable. En lo que se refiere a Soap, me resulta algo chocante el modo en que comienzan a relatarnos lo perdedor que es, con lo que le pasa con el psicólogo conductista Bud. Sé que es algo que se toma a broma y apenas sirve para enfatizar lo desgraciado que es Soap, pero aún así es muy extremo y uno esperaría que las secuelas para el detective fuesen imborrables. Pero no, se toma como una desgracia más que se añade al historial del personaje y ni siquiera en el futuro se le da mayor importancia.
Y ahora, Punisher ante un estupendo plano de Nueva York.
Porque sí.
Aún no he hablado de esa otra trama que mencioné en la sinopsis inicial de esta reseña, aquella sobre otros sangrientos justicieros que siguen los pasos de Punisher, pero es normal teniendo en cuenta que se trata de una subtrama que no aporta nada al cómic. A lo largo de la historia se entrelazan escenas protagonizadas por Mr. Venganza, Élite y El Santo, los tres idólatras del castigador, que hacen pensar que en el final tendrán alguna clase de importancia que los unirá a la trama principal. Pero no es así, y su historia simplemente acaba de una forma un tanto insulsa y abrupta. Aunque tampoco es que la línea argumental principal termine con un clímax especialmente apoteósico, ya que desde la pelea contra El Ruso todo va cuesta abajo. Pero esa trama que aquí nos venden como principal no es más interesante que cualquiera protagonizada por Frank Castle. Simplemente es él contra los malos. Vale. Sin embargo, esta otra referente a sus imitadores podría haber planteado cuestiones interesantes en cuanto a la definición de lo que es Punisher en contraposición con estos otros psicópatas que le adoran y emulan, a los que podría habérseles dado unos caracteres interesantes (y no se hace, simplemente son lo más cliché de la historia).
Paso de buscar fotos de los imitadores de Punisher,
sus diseños son bastante lamentables y poco imaginativos.
Prefiero poner esta otra imagen de El Ruso.
Qué bien me cae.
Por supuesto, mi análisis hasta ahora no toma en cuenta dos excusas que podrían darse a que el cómic fuese así. En primer lugar, que la historia tiene mucho de cómico y por eso tantas situaciones exageradas y fuera de lugar. No lo voy a negar, lo que más me ha gustado de este cómic han sido todas esa situaciones impregnadas de humor negro y violencia sin sentido. Ennis consigue como nadie, con permiso de Quentin Tarantino, que puedas sacar una sonrisa a costa de cosas por las que deberías alarmarte. No obstante, no me parece que únicamente con esos elementos de carcajeable brutalidad se pueda hacer una buena historia.

El segundo punto que podría alegarse para justificar en concreto el hecho de que Punisher se simplifique y se muestre tan caricaturizado y primario es que precisamente lo que se quiera mostrar es la esencia del personaje. De hecho, las hazañas imposibles de Punisher y esos monólogos internos que suele tener mientras defenestra gente parecen indicar que la intención de los autores es mostrar el alma del castigador, su idiosincrasia sin distracciones. Pero creo que esto se hace particularmente mal. No nos encontramos aquí al Frank Castle de siempre, un brutal asesino que en realidad piensa en acabar con el mal de forma radical para que nadie sufra como él lo hizo en su día. El Frank Castle de este cómic es un brutal asesino con tendencias psicóticas, gravemente afectado por ser un veterano de guerra, que busca una venganza simple y primaria que enmascara de forma pueril sobre su sed de sangre desenfrenada. De hecho la única diferencia que veo entre él y los imitadores que aparecen en este cómic es que el entrenamiento de Punisher es mayor. En fin, creo que la visión de Punisher como un simple sociópata excluye muchos matices grises del personaje. Esto es lo que más me ha disgustado del cómic, que se presenta como una historia que disecciona al personaje a la perfección y en realidad dan una imagen tontamente simplificada y corrupta del mismo.
Los nexos se desintegran. El percutor va adelante y atrás con el rugido seco. Llueve latón en la acera. La sesenta escupe su canción. Una canción que oí hace años... de patrullas cavando huecos en los arrozales. De rastreadores atravesando la noche de la jungla. De helicópteros gritando en el vacío... Del teniente Castle licenciándose y odiándolo. Queriendo que el Nam durase siempre... Una nana por todo Nueva York que canta para que te duermas.
-Un monólogo interno de Frank Castle particularmente bien escrito,
pero que nos lo presenta como un vulgar veterano perturbado,
de esos que de cuando en cuando tirotean hamburgueserías en EE.UU.

Me queda un poco fuera de lugar el comentario del apartado gráfico, pues mis críticas se han centrado en el guion y básicamente en los personajes. Puestos a ser críticos, nunca me ha gustado Steve Dillon como dibujante de cómics. Creo que los gestos y la posición de sus personajes suelen quedar muy forzados, poco plásticos y estáticos. Pero en algún momento le ha ido bien a lo que se pretende narrar y en este caso particular en realidad el entintado de Jimmy Palmiotti consigue mejorar notablemente su trabajo y que se adecue más al tono de la historia. De modo que, pese a que el autor no me gusta especialmente, en este cómic me gusta más o me parece al menos mejor para la historia que se pretende narrar.
No he visto nada igual desde que Schwarzenegger golpeó a un camello.
Sí, sucedió.
Dos veces.
Buscadlo.
No obstante, ni siquiera un Steve Dillon mejor de lo habitual puede salvar un cómic con tantas deficiencias. Un argumento mal llevado, con personajes olvidables, tramas secundarias metidas con calzador que no aportan nada, villanos que no suponen una amenaza, clímax que apenas lo son y, por encima de todo, una traición a la propia esencia del personaje en un cómic que pretende ser precisamente la gran historia introspectiva del mismo. Lo siento, pero lo mucho que me ha gustado El Ruso y lo que se disfruta la violencia sin sentido apenas pueden salvar este cómic.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω

7 comentarios :

  1. No me gusta irrumpir en un blgo por una entrada vieja, y mucho menos me gusta empezar mi historial de comentarios como un fan quejica. Pero la situación bien lo merece, porque esta entrada es un, me permites, despropósito. Te lo veías venir.
    En lugar de argumentar todo el texto (que me he leído, por supuesto) voy a centrarme en esto:
    "El Frank Castle de este cómic es un brutal asesino con tendencias psicóticas, gravemente afectado por ser un veterano de guerra, que busca una venganza simple y primaria que enmascara de forma pueril sobre su sed de sangre desenfrenada."
    Sí.

    Ya está. Es que no hay mucho más que decir. Garth Ennis odia los superhéroes. Alguien le contrató para coger a un personaje totalmente desperdiciado y vapuleado por LOS 90 y que lo revitalice. Y Ennis hace una reescritura del personaje. Que no se parece a la versión superheróica y bastante tonta de sus primeras apariciones, ni a la versión madura-light de la etapa que lo hizo popular antes de que se defenestrase.
    Es tontería aferrarse a lo que el personaje fue en otro momento, o la imagen que tenías de él por un cómic con más de 10 años de distancia. Todos los superhéroes, desde Batman o el Capi hasta Lobezno, has sido reescritos cuando sus colecciones llegaban a un callejón sin salida. La del Punisher llegó a principios de los 90, y se desatranca dándole a Ennis libertad para cambiar al personaje. Y lo muestra así, brutal, psicótico, vengativo, sediendo de sangre, afectado. El momento del diálogo con Joan cuando Punisher está herido me parece suficientemente claro, pero todo lo que Ennis ha hecho posteriormente con el personaje ha sido eso, reforzar los pilares de un nuevo Punisher, cercano al original de los 70 pero distinto.

    Que el nuevo Punisher te guste o no es una cuestión... de eso, de gustos. Pero de ahí a considerar que "no nos encontramos al Castigador de siempre" como algo negativo... es no haber entendido de qué demonios trata el cómic. Aparte de, si me permites, el escaso humor que demuestras con alguna otra de tus críticas a los personajes secundarios.

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    1. (Continúo que no me dejaba esto)
      En cuanto a los personajes secundarios, me gustaría que me dijeses a qué te refieres concretamente. El mejor humor de este cómic, con el que verdaderamente me he reído y me lo he pasado bien (lo reconozco, pero como digo en la reseña, no creo que pueda aguantarse sobre estos momentos todo el cómic) es el de aquellos momentos de Punisher siendo un exagerado héroe de los 80, usando la violencia a destajo casi tanto como sus chascarrillos de fucker. Esa clase de cosas me fueron muy divertidas. Pero los secundarios... Aparte del ya destacado Ruso, que me encantó y de hecho me parece lo mejor del cómic, quizá Von Richtofen y Soap sean lo más pasable en este sentido, aunque tampoco es que me parezcan especialmente buenos. Los imitadores del castigador tienen gracia como concepto, pero en sí me parecen poco originales (uno religioso y dos que representan clases sociales con sensibilidades opuestas... hasta sus diseños me parecen deficientes y poco imaginativos) y tan accesorios para la historia que apenas me acuerdo de ellos al recordarla... seriamente, cuando los leía eran mi gran esperanza de que la historia mejorase al final... pero para nada. Y si te refieres, como me temo, a los vecinos de Punisher... ¿en serio? ¿Se puede considerar humor? Una historia que clama por su temática ser adulta que reserva un espacio a chistes de gordos propios de un niño de parvulario y otros de un nivel similar. No puedo ni tratar con respeto el humor en referencia a los vecinos de Frank Castle. Da cierta vergüenza ajena.

      Aunque quizás te refieras a Ma Gnucci, ahora que lo pienso. Esta villana se alimenta de un tópico presente en muchas historias de superhéroes y de tono similar, en realidad, que es aquél del villano que se cree muy poderoso, muy digno y muy respetable y acaba siendo humillado y dejado en ridículo. Es algo parecido a lo que el propio Ennis hizo con Herr Starr en Predicador (vuelvo a decir, adoré ese cómic), pero que desde mi punto de vista aquí funciona peor, y no sólo por ser una repetición demasiado obvia de otra obra previa(cosa que tampoco me gusta), sino porque aquí pasa de un primer momento en que su dignidad no se ha visto comprometida a otro en el que ya es el hazmerreír en poquísimo tiempo, pasando de ser una villana que promete dar guerra a ser un chiste ridículo en nada de tiempo. Creo que, como muchas otras cosas que merecerían una mejor evolución para funcionar en este cómic, no es que no se pueda por falta de espacio, es que Ennis hizo esta historia muy despreocupadamente, sin tener en cuenta muchos detalles y forzando lo que le parecía gracioso. Y seguro que se lo pasó de puta madre, pero el resultado no me parece un buen cómic.

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    2. (Creo que me he liado y he publicado un comentario como respuesta y otro no... da igual, en caso de que veas esto estoy seguro de que sabrás ordenarlo).

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  2. Ey, no es una entrada vieja, no hace tanto que está publicada, y me alegra que hayas decidido comentarla. Me gusta que se comente cualquier cosa dicha en este blog en cualquier momento, el debate siempre me resulta divertido. Y de hecho en gran parte era la intención al publicar esta entrada. No sé si me lo veía venir, pero desde luego es lo que quería, porque, como digo en la entrada, no tenía pensado ni reseñarlo pero quise hacerlo sólo por lo poco que me gustó, para ver si alguien saltaba como has hecho tú.

    Por partes. Sí, está claro que se encargó a Ennis que revitalizase el personaje, y ya había llegado a mí aquello de que odiaba a los superhéroes (y esto explica mucho la escena con Daredevil... por qué se hizo, ojo, la escena en sí me sigue pareciendo falta de fundamento), pero no tenía por qué volver al personaje más superheroico (y creo que de hecho darle un tono más superheroico fue lo que se cargó la serie al pasar Punisher a ser una especie de "soldado de los cielos"). Es obvio que, si el personaje quería no pasar al olvido, hacía falta que se desatrancase, pero, para mí, esto no tenía por qué ser a costa de una reescritura total del mismo. Hundirse en las raíces del personaje y desde ahí construir algo nuevo habría sido más adecuado, desde mi punto de vista. Nadie está más de acuerdo con que los personajes evolucionen que yo. Yo sería partidario de que incluso fuesen susceptibles de morir. De que el mundo de los superhéroes fuese cambiante e inestable, impredecible y alocado como un mundo con supergente voladora debería ser, y no tan apegado a la estabilidad como es hoy en día por parte de unas editoriales que temen arriesgarse y, aunque sus historias avancen, lo hagan a un ritmo lento debido al miedo que tienen a que sus inmensos imperios se derriben. He soltado mucho la chapa, ¿eh? Pero lo que quería decir fundamentalmente es que si Frank Castle cambia a mí me parece bien. Pero si el cambio se produce de sopetón, sin ninguna evolución visible, y únicamente porque a Ennis le resultaba aburrido escribir otra cosa, pues me parece que es un cambio mal llevado. No estoy diciendo que haga falta nueve capítulos del Punisher de siempre a éste, pero sí que haría falta una explicación que ni se da ni se intuye, pero porque no se busca en ningún momento. Luego está que el cambio que se produzca te guste o no, efectivamente. Y a mí, particularmente, no me gusta este Punisher. Creo que un Punisher con más matices daría pie a historias mucho más interesantes que alguien que es un hijo de puta pillado de la cabeza sin más. Para mí Punisher puede dar mucho más juego cuando se pone en duda si lo que hace está bien o mal, aunque obviamente siempre se vaya a inclinar la balanza hacia que está loco de remate. Sin embargo aquí es un cabrón loco y peligroso sin ninguna reserva, y pienso que puede dar lugar a poco más de lo que hay en estas páginas, que no me parece mucho. Por esto me parece que "no nos encontramos al Castigador de siempre" sí es algo negativo.

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    1. Te respondo aquí. Primero a lo del humor, y me refería principalmente a Soap. El personaje es un completo y total cenizo, y todo el trabajo de Ennis a cargo de MK consistió en demostrar que era un perdedor total, arrastrando permanentemente el lastre de sus fracasos, pero de forma cómico. Más adelante hay un número donde recibe una paliza a manos de unas niñas exploradoras. ¡Un policía de NY! Quejarse de que su drama no está tratado con la gravedad o profundidad suficiente me parece que es no dejarse llevar por ese humor negro que no necesita de ningún tiroteo macabro.

      A mí los imitadores sí me gustan, me parece interesante el concepto y, aunque se podría haber resuelto un poco mejor, tampoco creo que tengan más finalidad que contribuir en esa locura negra y macabra, con cosas como el ataque al vendedor de perritos calientes o la señora ciega y sorda que ayuda al Santo.

      Respecto a la reescritura del personaje, hay dos claves. La primera, Punisher no ha cambiado porque sí. Punisher ha visto el cielo y ha vuelto del infierno. Ha rechazado la idea de ser un ángel vengador al servicio de criaturas celestiales. Sí, es cierto que en un principio Ennis tiene más prisa por presentar al nuevo Frank que a explicarlo, pero tampoco es que se despierte un día por la mañana y haya cambiado totalmente. Es que ha muerto y ha resucitado después de ver el inframundo. Y como te apuntaba, más adelante se profundiza en esta naturaleza salvaje de Frank, especialmente fuera de la colección Marvel Knights, cuando los lectores ya están más dispuestos a explicaciones y profundidad. Date cuenta de que cuando sale este cómic la prioridad es demostrarle al lector que esto NO ES NI DE COÑA la cosa aquella de los ángeles que arrastró al personaje al abandono.

      Insisto, puede no gustarte este castigador, pero tampoco creo que el antiguo tuviera salidas. En una década donde habíamos visto la colección propia de Veneno, los Thunderbolts, Solo o X-Force (y en DC otro tanto, y Spawn y...), el Castigador necesitaba un giro para no caer en el montón de antihéroes mediocres que habían inundado las páginas de los 90.

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    2. Lo cito bastante porque para mí es toda una etapa completa, pero toda la serie MAX guionizada por Ennis da idea de que el personaje tiene un poquito más de chicha de lo que presupones.

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    3. Si te referías a Soap, quizá me hayas malinterpretado. Comprendo perfectamente que se trata de un personaje cómico cuya gracia está en que no dejan de pasarle cosas malas y es un pringado total sin apenas autoestima o empuje. Vale. Pero (esto es spoiler, pero no creo que tenga ni que anunciarlo) cuando el psicólogo muere por su culpa... me parece que es algo bastante fuerte como para que se tome como una más de entre las desgracias que le ocurren a Soap. Y cuando digo que se debería ahondar más en ello o darle más trascendencia no digo que sea algo que deba ser dramático, porque desde un punto cómico también se podría haber abordado. Me parece extraño que algo así no le deje cantidad de secuelas psicológicas que podrían haber resultado incluso cómicas en un cómic tan retorcido como éste. O por lo menos que no se recuerde, como si estuviese al nivel de toda la mierda que le ocurre a Soap. Sucede eso y luego pasan a otra cosa mariposa, sin ninguna repercusión. Simplemente es como una especie de introducción muy bestia a lo desgraciado que es Soap y, la verdad, creo que es una situación que habría dado para más y que, de hecho, debería dar para más. Si no es bastante inconexo, otra cosa más en este cómic.

      No me meteré de nuevo con los imitadores, ya dejé clara mi postura a este respecto. A mí el concepto también me parece bastante bueno. Como para plantear una cantidad muy interesante de temas en relación a qué diferencia a Punisher de ellos, o incluso podrían haberse diseñado unos imitadores más originales que dieran más juego, o vaya, podrían haber sido algo importante en lugar de ser meramente anecdóticos. Podrían haber sido muchas cosas y se quedan en poco más que relleno.

      Respecto a lo que comentas de la reescritura del personaje... puede que Punisher no haya cambiado porque sí, pero desde luego aquí no nos dicen que así sea. Puedes imaginarte cosas, pero ni siquiera da pie a que pensemos qué ha podido pasar. Lo puedes reconstruir tú siguiendo la trayectoria del personaje e imaginándote los huecos, pero en éste cómic no se dice nada que te lleve a pensar que hay algo más en Frank Castle, algún desarrollo que no sea cambiar porque sí. Otra cosa es que se diga en la obra posterior de Ennis sobre el vigilante. Ahí no me meto, puede que tengas razón. No la he leído y en esta reseña hablo de la primera serie de Marvel Kngihts que realizó y que se recopila en este tomo. Y la verdad es que dudo mucho que la lea teniendo en cuenta la impresión tan mala que me ha dejado esta introducción. Puede que quisiese centrarse en presentar al nuevo Frank antes de explicarlo y desarrollarlo propiamente, pero quizá debería haber dejado alguna pista sobre por dónde ha venido su cambio porque con leer esta introducción a mí sólo se me ocurre pensar lo que ya sabes que pienso y no me dan ganas de leer más.

      Quizá el antiguo no tuviese salidas y precisase de una reescritura, sí, pero sigue sin gustarme esta versión de Punisher. Y puede que la línea MAX y otros especiales de Ennis sobre el personaje me convenciesen más, pero no está comprobarlo entre mis prioridades.

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