10 de enero de 2014

La broma asesina por Alan Moore y Brian Bolland

Titulo: La bromas asesina
Guionista: Alan Moore
Dibujante: Brian Bolland
Números: Tomo único
Paginas: 64 paginas
Editorial: ECC

Precio: 7,95 














La broma asesina es uno de esos cómics insaciables, inagotables, uno de esos cómics que siempre, absolutamente siempre resultan increíbles. Una obra de arte única en el género con densos monólogos de Alan Moore, cargada de metáforas, de pasajeros análisis de la psique humana... Estas 48 páginas que la forman son como los fotogramas que enseñan cómo se quiebra una rama, como se rompe una persona, como explota una mente...

Alan Moore escogió al Joker, al peor villano que los cómics han dado no para realzar su figura, no para idealizarlo o ensalzarlo mas allá de cualquier otro ser humano, no. Sino para demostrarnos que el peor de los locos no dista del mejor de los cuerdos...



Una oscura y cerrada noche en Gotham, la lluvia golpea los cristales, el viento empuja contra las ventanas, Batman se sienta frente al Joker....
''He estado pensando últimamente acerca de mi y de ti. Sobre lo que va a ocurrirnos al final. Nos mataremos el uno al otro ¿Verdad? Puede que me mates, quizás te mate yo. Antes o después. Solo quería sentir que había intentado hablar las cosas y evitar que ocurran. Por una vez. ¿Me oyes? Estoy hablando de la vida y la muerte. Quizás mi muerte... quizás la tuya. No entiendo por que nuestra relación debe ser tan fatídica. No quiero tu muerte en mis manos...''
Con este monologo comienza la obra, con un intento de reconciliación con su eterna némesis por parte del murciélago, con la oferta de evitar la catástrofe, con la oportunidad de evitar una próxima locura...


Sin embargo todo falla, todo resulta inútil. Una vez mas el payaso ha escapado. Batman, incapaz de predecir sus pasos, tan solo puede esperar lo peor.





El Joker da el primer paso, comienza el primer acto. Imágenes del pasado, un artista fracasado, un humorista sin gracia, un pobre infeliz capaz de guardar lo que quiere.

Preparar el escenario para el segundo acto, un viejo parque de atracciones, piensa en su víctima, piensa en su pasado, piensa en cómo comenzó todo...



Seguimos con el segundo acto, seguimos los movimientos del payaso. La víctima de la obra, el teniente Gordon, el hombre mas cuerdo del Gotham para poner a prueba los límites que arrastran a uno a la locura.

El final de un hombre bueno, el nacimiento del hombre malo...
''¡No! ¡No va bien! Esta vez llegara al límite. No le viste. No viste sus ojos. D-dijo que quería p-probar algo... que papá... encabezaría el cartel... ¿Q-que va a hacerle Bruce? ¿Que le estará haciendo a mi padre?''
Y, finalmente, comienza el último acto, el experimento, la broma. Los fotogramas en la que la rama se convierte en astillas, el momento exacto en el que estalla, partiéndose en pedazos...

La invitación a la locura.
''Recordar es peligroso. El pasado es angustioso y preocupante. '' Un pretérito imperfecto '' diría yo. HA, HA, HA. La memoria es traicionera, a veces te pierdes en un carnaval de placeres, en el penetrante aroma de la infancia. El brillante neón de la pubertad, en sentimentalismos... Otras te lleva a donde no quieres ir... a un lugar oscuro y frió, lleno de formas húmedas y ambiguas que creías haber olvidado. Los recuerdos pueden ser crueles y repulsivos, como los niños supongo, ha ha. ¿Pero podemos vivir sin ellos? En los recuerdos se basa la razón. ¡Si no podemos enfrentarnos a ellos, negamos la razón misma! ¡Aunque ningún contrato nos ata a la razón! ¡Ni a la locura! Así que cuando vayas en el horrible tren del pensamiento hacia lugares de tu pasado donde no puedas evitar gritar, recuerda que siempre te quedará la locura. Es una salida de emergencia. Puedes salir y cerrar la puerta a todas esas horribles cosas que sucedieron. Las encierras... para siempre''
Hasta que al final, el experimento llega a su fin, da resultados.





Sin embargo el final del experimento no es el final de la obra, necesita un final, esta noche necesita un amanecer. Un monologo para el murciélago, la risa del payaso, el éxtasis de su locura. La cúspide del placer para el lector. El momento culminante de la obra.

El Joker pone sus cartas sobre la mesa, le lanza una última puñalada a Batman, le da a probar que entre ellos dos no existe ninguna diferencia. Que el no es mas que un hombre, un simple hombre que se volvió loco...
''Sabes, no importa si me coges y me devuelves al manicomio... Gordon se ha vuelto loco. Lo he logrado. ¡He demostrado que no hay diferencia entre yo y cualquier otro! Solo hace falta un mal día para volver loco al mas sano de los vivos. Eso es lo que nos separa al mundo y a mi. Solo un mal día. Una ves tuviste un mal día ¿Verdad?  Se que si, lo se. Tuviste un mal día y todo cambio. ¿Por que si no te vestirías como una rata voladora? Tuviste un mal día y te volviste loco como todos...¡Pero no lo admitirás! ¡Necesitas seguir pretendiendo que la vida tiene sentido, que hay una razón en toda esta lucha! Dios, me das nauseas. ¿Que te ocurrió? ¿Que te hizo convertirte en lo que eres? ¿Una novia asesinada por una banda? ¿Un hermano descuartizado por algún asesino? Algo así, seguro. Algo así... Algo parecido me ocurrió a mi. No... no se exactamente como fue. A veces lo recuerdo de una forma, a veces de otra... ¡Si debo tener un pasado, prefiero que sea múltiple! ¡HA HA HA! La verdad es que... es que me volví loco. ¡Cuando vi el chiste negro y macabro que era el mundo, me volví loco como una cabra! ¡Lo admito! ¿Por que tu no? ¡Tu no eres tan estúpido! Debes ver la realidad de la situación. ¿Sabes cuantas veces hemos estado al borde de la 3º guerra mundial por unas señales estúpidas por ordenador? ¿Sabes lo que provoco la ultima guerra mundial? ¡Una discusión sobre cuantos postes de teléfono debía Alemania a sus acreedores de guerra! ¡Postes de telégrafo! ¡HA HA HA HA HA! ¡Todo es un chiste! Todo lo que alguien quiso por lo que lucho... Todo es una monstruosa y demente broma. ¿Por que no puedes ver su lado divertido? ¿Por que no te ríes?''
Sin embargo el murciélago no cede, Batman no puede perder. La locura, la frontera que separa al loco del cuerdo es algo que el bien conoce. Y dado que lo conoce no tarda en responder y hacer eco con su respuesta.
''Quizás la gente normal no siempre enloquece. Quizás no hay necesidad de arrastrarse bajo una piedra con los demás bichos cuando aparece un problema... quizás fuiste así todo el tiempo.''
Y como no, la historia tiene que terminar con una broma, con un chiste, con unas palabras certeras, aparentemente inocuas y sin gracia...
''Sabes, es graciosa... esta situación. Me recuerda un chiste...Veras, había una vez dos tipos en un manicomio... y una noche deciden seguir viviendo en el psiquiátrico. ¡Y deciden escaparse! Así que se suben al tejado y allí, frente a un estrecho entre dos bloques, ven los edificios de la ciudad recortándose a la luz de la luna... contemplando cerca su libertad. El primer tipo salta sin problema, pero su amigo... su amigo no se atreve. Ya sabes... tiene miedo a caer. Entonces, el primero tiene una idea... Le dice ''¡Hey! Tengo aquí mi linterna. ¡Alumbrare el hueco entre los edificios y podrás caminar sobre el rayo hasta mi!'' P-pero el otro mueve la cabeza y d-dice... dice ''¿Q-que te crees? ¿Que estoy loco? ¡La apagarías cuando estuviera a mitad de camino!''




Y finalmente, después de narrar la obra, pues no he hecho otra cosa, (me veía incapaz de hacer otra cosa), pretendo analizarla, tan profundo como pueda, que me temo dada su complejidad que quedara escaso.

Es increíble lo que cabe en estas 50 paginas que forman La broma asesina. No sólo la historia principal, que no dista de cualquier otra (y tiene su motivo), sino esos pequeños flashbacks, esos recuerdos fugaces del Joker. Ese pasado que él imagina, que bien podría ser real o bien podría ser pura imaginación

Pues bien, Alan Moore no hace sino humanizar al Joker con esa visión del pasado, con esos monólogos en los que habla de la locura como una salida para el hombre corriente, como la única forma de sobrevivir a un insoportable dolor. Porque, después de todo, parece ser que el Joker no es si no una victima convertida en verdugo.

Ahora, queridos lectores, enlacemos puntos. La historia es corriente, una persecución que termina con  un enfrentamiento simple, el bien contra el mal, Batman frente al Joker. Los monólogos del principio y final, los dos. Los mismos que nos aclaran que ambos, pese a que la linea que los separa es delgada también esta muy definida. Ninguno de los dos está dispuesto a matar al otro, Batman porque va contra sus ideales y el Joker simplemente porque se divierte con el héroe, el uno para el otro, se complementan.

Y es que este conjunto viene a demostrarnos que es una lucha eterna entre los dos, con comienzo pero sin fin. Están condenados a enfrentarse porque ninguno de los dos es capaz de terminarlo. Lo que Alan Moore nos muestra no es si no un retrato de los cómics de superheroes, de la relación entre héroe y villano, una relación que al final y sin lugar a dudas termina volviéndose plana, incapaz de evolucionar.

Finalmente, y antes de que se me olvide, toca hablar del dibujo de Bolland. Pues bien, el dibujo esta al nivel de la obra, serio y realista, sin lugar a otras interpretaciones. Un dibujo anatómico que por si solo no destaca, lo que resulta realmente llamativo son lo colores que emplea en la obra original, en la que abusa de colores con brillo, especialmente el amarillo. Mientras que la edición recoloreada presenta tonos mucho mas oscuros, algo que cuadra mas con el trasfondo y argumento de la obra pero que personalmente no me termina de gustar.

Sin lugar a dudas este cómic merece la máxima puntuación, eso es, MA dado que Alan Moore nunca deja mal sabor de boca.

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