22 de julio de 2013

Antes de Watchmen: Moloch por J. Michael Straczynski



Titulo: Antes de Watchmen: Moloch
Autor: J. Michael Straczynski - Eduardo Risso
Editorial: ECC
Números: 2
Paginas: 25-28
Precio: 2,50 











Bueno, supongo que después de la reseña que realizó Panmios acerca de Dollar Bill y ser Moloch un personaje secundario al igual que Dollar Bill no tendréis demasiadas esperanzas en estos dos números que suponen la precuela de Moloch. En su defensa diré que me ha encantado, en tan solo dos números disecciona al personaje y nos muestra su intervención en el fondo de la historia de Watchmen, concretamente tras los planes de Veidt.
Ahora, sin mas dilación, os enseñaré los secretos que ocultaba el gran, el inigualable Moloch, el místico.

Aunque tan solo sean dos tomos, he de reconocer que han hecho bien en separar la historia de Edgard William Jacobi en dos partes, además bastante diferenciadas aunque sean dos tomos de la misma mini-serie.

Empezaré, como no, con el primer tomo. En el nos dan a conocer la infancia, los hechos y por ende los motivos que convirtieron a Jacobi en Moloch, el místico.
La verdad es que el guionista, teniendo total libertad ya que no hay un pasado conocido del personaje, ha creado a un personaje humano y que podría ser real en tan solo un tomo.
Sitúa la historia de Moloch en la de un niño corriente que ya desde el momento de su nacimiento es rechazado incluso por sus propios padres.
Situación que no cambia cuando Jacobi crece y asiste al colegio, mas bien su extraño aspecto físico solo fomenta la violencia con la que los niños tratan todo aquellos que es diferente. En un punto de su corta vida marcado profundamente por el rechazo y por la ausencia total de afecto Jacobi se encuentra en una feria, tan típica de los pueblos norteamericanos, y, tras cometer su primer delito robándole algo de dinero a su padre se deja caer por allí.
Por cada cosa que hacia, por cada cosa que robaba, por cada persona a la que mataba nada cambiaba. Seguía siendo yo.
En la feria da por casualidad con un espectáculo de magia que le deja tan fascinado que gasta su poco dinero en ver una y otra vez los diferentes números. Tras la fascinación mostrada ante la obra, Jacobi hace aparición por el camerino del mago, el cual le enseña sus trucos y da lugar sin saberlo al comienzo de su carrera.
Jacobi, con su nuevo talento intenta cambiar su apenada vida, ve la magia como una oportunidad, como el método para lograr la aceptación y el cariño que nunca ha saboreado. Sin embargo, como ya sabéis, el mundo es cruel y nunca es justo.
Ese intento por verse aceptado tan solo termina en su primer y he de admitir que increíble truco.


Tras su primer asesinato decide marcharse y empezar una nueva carrera como Moloch, el místico.
En esta parte nos recuerda a un clásico villano de cómic, un nombre con un trasfondo, matones, robos, armas de ciencia ficción y la creencia de que nada puede detenerlo. Lamentablemente todo esto llega al final cuando se topa de frente con los Minutemen, y así comienzo a decaer la vida delictiva del propio Moloch que aun, estando en un punto cumbre, no es capaz de saciar la necesidad afectiva que necesita.
Pero el mundo... el mundo era mas feo aun. Así que le hice daño. Y volví a hacérselo .. otra vez... y otra... y otra y otra y otra y otra y otra... Pero cada noche y cada mañana seguía siendo yo. Todavía ..yo. Y ninguno de mis trucos iba a cambiar eso jamas.
Y ahora, amigos, os pido que dejéis bien anclada esa primera parte de su vida y demos lugar al siguiente tomo, que nos mostrara el resto y nos mostrara la intervención del mago en los planes de Veidt.

En este último tomo podemos ver al detalle la penitencia que Moloch cree necesaria para perdonar sus pecados, esta nueva creencia se basa en su elección en la cárcel de la religión católica como nueva fe.
Al fin, y gracias a lo que parecen altas influencias tirando de los hilos, logra salir de la cárcel en grado de condicional y se encuentra de frente ni mas ni menos que con Ozymandias, uno de los héroes que frustraron su carrera.


Sin embargo, quizás por primera vez, no busca darle una paliza y entregárselo a las autoridades. Surge la cara mas humana, Adrian Veidt y le ofrece un puesto en su empresa, una forma de ser útil para el mundo que durante tantos años destruyó. Esta parte, que no es ni más ni menos que lo que hay tras lo mostrado en Watchmen creo que es mucho mejor que la disfrutéis por vosotros mismos sin haber leído antes todos mis spoilers, me limitare a decir que es magnífica.

El cómic, como ya dije ante, dista mucho de ser de la pésima calidad de la precuela de Dollar Bill. El guionista se ha empeñado en mostrar el lado mas humano del villano que hasta hace poco nos resultaba un desconocido. Moloch al final no es ni mas ni menos que un niño que nunca supo lo que era el amor, que no conoció otra cosa mas que los golpes, y que cuando intentó que el mundo lo aceptara fue aplastado. Finalmente el odio llevó al odio y le mostró al mundo que la magia que tanto le satisfacía podía destruirlo, y eso hizo. Al menos, hasta que vio frustrada su carrera y colmada su impotencia ante la figura de los Minutemen y especialmente la omnipotencia del Dr. Manhattan.
¿Que sentido tenia enfrentarse a alguien sabiendo que no podrías escapar de el, alguien capaz de descomponerte en moléculas con un solo pensamiento? No utilizaba trucos, todo lo que hacia era real, y era tan poderoso...


En la segunda parte de la obra tan solo quedan los restos del villano, tan solo ve a un hombre temeroso de Dios que busca la penitencia de sus pecados, y que cree poder salvar su alma a cualquier precio firmemente.

Y he de pedir perdón si no menciono el dibujo, pero el guion me ha dejado anonadado. La verdad es que las portadas de Risso son magnificas y su trabajo no vale menos en el interior de las páginas.

Si he de puntuar el cómic, que sea según mi escala.
Mi nota final es de: KA
La nota tan alta no se debe ni mas ni menos que a la visión humana y sincera no del villano, si no de la persona que lo encarna.

1 comentario :

  1. Cierto es que los dos números están bien diferenciados entre sí. A mí sobre todo la primera parte no me convenció demasiado. A pesar de lo que humanizaba al personaje, veía que era demasiado típico y predecible para los orígenes de un villano. La segunda parte cambia totalmente la dinámica y me gusta más, pero, como dije en la de Ozymandias, no nos cuenta nada especialmente nuevo o relevante. De modo que me dejó una sensación agridulce, pero al menos está claro que es mucho mejor que Dollar Bill.

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