3 de julio de 2013

Antes de Watchmen: Minutemen, por Darwyn Cooke






Me gusta bastante esta portada
del número 2.



Tïtulo: Antes de Watchmen: Minutemen.
Autor: Darwyn Cooke.
Editorial: ECC.
Números: 6.
Páginas: 25 páginas(cada uno).
Precio: 2,50€(cada uno).









Al ser la primera serie de Antes de Watchmen que leí, llegué frotándome las manos. No tenía ninguna actitud hacia las historias en sí, pero deseaba que fuesen horribles para poder tachar sin ningún paliativo a Antes de Watchmen como basura hedionda. De modo que puede decirse que sentí una extraña mezcla de alegría y tristeza cuando comprobé que este cómic, de hecho, es bastante bueno. Voy a tratar de hacer una sinopsis, aunque es una obra que abarca bastante:

En 1962 el superhéroe retirado, ahora reparador de coches, Hollis Mason se dispone a publicar su libro Bajo la Máscara, en el que cuenta todos los secretos del grupo de coloridos aventureros disfrazados conocido como Los Minutemen en el que participó bajo el nombre de Búho Nocturno. Sin embargo, al recordar toda la historia que rodeó a dicho supergrupo quizá se encuentre con que existen algunas zonas oscuras que es mejor no sacar a la luz.


De modo que se trata de un resumen muy interesante de todo lo que rodeó a Los Minutemen durante su historia, especialmente aquellos trapos sucios que no llegaron a la opinión pública. A pesar de no centrarse en una época concreta y contar momentos puntuales que afectaron al grupo, con una conexión  entre ellos que deriva en lo que sucede en el último número, está contado con bastante profundidad, desarrollando muy bien historia y personajes. Esto se puede ver especialmente en el magistral primer número, para mí el mejor de todos, sin desmerecer a los que siguen, en el que apenas se introduce el planteamiento y a los personajes, pero de una forma original y espectacular desde el punto de vista narrativo.
Con el tiempo puede que no descifres los misterios del universo, pero puedes estar en paz con ello y encontrar la fuerza en lo que sabes que es la verdad. Si eres lo suficientemente sabio para aceptar esta verdad con humildad, quizás puedas encontrar una felicidad estable. Y luego conoces a un tipo, lanza una llave inglesa a los engranajes y se lleva consigo tu comprensión del mundo en el que vives.
Hollis Mason ante la aparición del Dr. Manhattan

En el resto de la serie la narración no está mal, adolece de un intento de copia o incluso a veces parecería que de superación de Watchmen con algunos recursos salpicados que son o podrían parecer extraídos de la obra original, pero pronto aprendí leyendo Antes de Watchmen que ésa es la tónica general para toda la serie. La trama que se presenta apunta a diversas direcciones y conforma una maraña compleja en la que pronto nos hundimos, envueltos en un misterio que acaba por presentar una conclusión que contiene un dilema moral similar al presentado en Watchmen, pero yo diría que con una amargura y negatividad más acentuada.

Hay un punto en el que para mí incluso llega a igualar o rozar a Watchmen(estoy comparándolo bastante con Watchmen, pero desde luego no sucederá con otros cómics de la serie... y no las comparo en calidad, por si alguien me va a reprochar algo, sino en el desarrollo de aspectos que son similares). Y ese punto es el desarrollo de los personajes. Una de tantas cosas por las que Watchmen es tan buena es porque sus personajes parecerían personas reales, con una complejidad y una simpleza que les haría parecer personas de carne y hueso. Grant Morrison se equivocaba cuando decía que el realismo de Watchmen se iba a la porra porque el Doctor Manhattan fuese capaz de hacer cualquier cosa. El realismo de Watchmen no es ése, sino el que rodea a un mundo que podría parecer real. Y, en el caso de los personajes, Darwyn Cooke se aprovecha de que entre Los Minutemen existan tantos espacios por rellenar para conformarnos unos superhéroes de pacotilla que tienen unas cualidades similares. En especial, claro está, la gran Silueta, mi personaje favorito de este cómic, a quien Cooke parece mimar más que a los demás en cuanto a su desarrollo, dando lugar a la heroína más auténtica de Los Minutemen. Pero no por ello los demás se quedan atrás... El Comediante, El Hombre Polilla, Espectro de Seda... todos tienen una presencia destacada y un desarrollo más que interesante.

Darwyn Cooke y su empeño por hacer parecer asiática a Silueta.

No todo van a ser aspectos positivos, y hay un par de cosas que no me gustaron en este cómic. Una de ellas muy importante: el dibujo. Creo que la narración gráfica es buena, incluso muy buena en el caso de ese primer episodio que tanto me gustó, pero el estilo utilizado en sí no tanto. No voy a decir que es un dibujo malo, ya que opino que en el cómic actual esto es algo subjetivo que no se puede decir excepto en contadas ocasiones(y tampoco creo que lo sea), pero sí que es inadecuado, algo que sí me parece de lo peor que se puede decir acerca del dibujo de un cómic. Cuando yo vi ese dibujo tan simplificado pensé que, como trataba de Los Minutemen, que surgieron en la Edad de Oro, se les iba a tratar de una forma infantilizada y estereotipada propia de esa época paralela a la Segunda Guerra Mundial. Pero no, se les trata de forma adulta y seria, con lo que ese dibujo me descuadra un poco los esquemas. Es una pena, porque si Darwyn Cooke hubiese delegado el dibujo en alguien con un estilo más adecuado podría elevar este cómic a estándares impropios de una precuela.

Algo se murió dentro de mí cuando vi esta foto dibujada así.
El segundo aspecto negativo que voy a resaltar en realidad es una tontería. Una escena de una sola página que sucede en el segundo número y que no tiene una relevancia especial. Pero aún así la voy a resaltar, porque me cabreó muchísimo. Y es que después de ese primer número que me parece tan genial, en el siguiente casi empezamos con una escena bochornosa de un casting de superhéroes realizado por Espectro de Seda y El Capitán Metrópolis. Es decir, Los Minutemen como grupo se sitúan en la ingenuidad de su época, con oscilaciones entre situaciones dramáticas y cómicas, entre heroísmo de verdad y puro interés económico o social, entre la madurez que exige luchar contra el crimen y la inmadurez de ponerse un traje lleno de colorines para hacerlo. Pero en este caso la balanza se inclina demasiado hacia el ridículo y para mí arruina un poco el tono de la serie. No sólo es tan estúpido que los propios personajes se darían cuenta de la inmensa gilipollez que están haciendo, sino que además los chistes concentrados en esa página, aparte de ser demasiados, son malísimos. Parece que el autor no tenía buenas ideas acerca de superhéroes ridículos que se presentarían al casting y recurre a verdaderas memeces, de modo que no entiendo ni siquiera por qué se decidió a hacer esta escena. Es una tontería, pero debía decirlo.
POW!
En definitiva, este es el título que más me gustó de Antes de Watchmen, con sus defectos, pero con unos aciertos innegables en el desarrollo de los personajes y la conformación de un mundo que parecería real a pesar de que existan superhéroes, además de una trama intrigante y con un final sorprendente y complejo. Logra lo que creo que el autor pretendía, crear un Watchmen de segunda fila con unos personajes que en el original apenas conocimos. Y un Watchmen de segunda fila sigue siendo una obra destacada.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω Ω

5 comentarios :

  1. Me has dado ganas de leerlo, la verdad. Aunque para mí el mayor atractivo de los Minutemen es un personaje que aquí ni mencionas (imagino que porque pasará más desapercibido, o porque a ti no te llamará tanto como a mí... o ambas), que es Justicia Enmascarada. Él y El Comediante son los que más eché de menos que estuvieran poco desarrollados en Watchmen, siendo secundarios (bueno, El Comediante estaba en esa dicotomía entre principal de segunda fila y secundario de primer orden, con lo que se le desarrollaba más... pero no tanto como me habría gustado).

    Así que sí, supongo que le hincaré el diente en algún momento :)

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    1. En realidad no pasa desapercibido, sino que tiene demasiado que ver con el final y no quería mencionar nada. La verdad es que, como desarrollarse, no demasiado, pero su importancia es capital(y es Justicia Encapuchada, por cierto). La verdad es que si te tienes que leer algo de Antes de Watchmen, yo elegiría este sin duda.

      Y bueno, es que Watchmen empieza con El Comediante muerto. Bastante importancia tiene ya teniendo esto en cuenta. La verdad es que una de las cosas curiosas de Antes de Watchmen es la forma de tratar al Comediante... es como si le mitificasen bastante. Todas sus apariciones en las diversas series(que son bastantes) son capitales o por lo menos tienen un halo de importancia alrededor de él muy marcado.

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  2. Pues le echaré un ojo a este, then.

    Por cierto, en la traducción que yo leí de Watchmen creo recordar que era Justicia Enmascarada... O.o

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    1. Ahora que lo pienso, a lo mejor le llamaban Justicia Enmascarada en la película. No lo sé... El caso es que yo le he oído llamar así a menudo, y es como le identifico a día de hoy. Sacrifícame a Cthulhu si cometo un sacrilegio.

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    2. No tiene demasiada importancia, pero yo juraría que en ningún sitio le llaman Justicia Enmascarada.

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