23 de mayo de 2013

Elektra: asesina, por Frank Miller y Bill Sienkiewicz

Una portada histórica
encima de mi histórico radiador.



Tïtulo: Elektra: asesina.
Guionista: Frank Miller.
Dibujante: Bill Sienkiewicz.
Editorial: Panini cómics.
Páginas: 272.
Precio: 25€.









Frank Miller. Sólo con escribirlo ya me entra un escalofrío. Para mí, y cada vez para más gente según estoy viendo recientemente, el guionista más sobrevalorado de la historia del cómic americano. Crujo los dedos. Espero pasármelo bien con esto. A por la sinopsis:

Elektra, la despiadada ninja asesina a sueldo que presentó el mismo Miller en Daredevil, es contratada para acabar con el presidente del ficticio Estado de Santa Concepción. No obstante, las cosas se le complican un poco, ya que a través de ese pequeño caso descubre que el embajador de EE.UU. en Santa Concepción está poseído por La Bestia, el líder de La Mano, el grupo místico de ninjas al que ella misma perteneció y que la entrenó. El control de La Bestia llegará a ensuciar la misma campaña electoral que tiene lugar por la presidencia de EE.UU. mientras sucede el relato. La asesina deberá hacer caso omiso de esos obstáculos y enfrentarse a sus miedos pasados, pese a que también le persiga la organización de espionaje internacional SHIELD, y en especial los agentes Garret y Perry.

Comenzamos mostrando a Elektra con la mente hecha añicos debido a su segundo encuentro con La Bestia. La narración va saltando desde diferentes puntos de su infancia hasta el momento en que queda encerrada y sin memoria en el manicomio en el que se encuentra en el presente, pasando por su etapa de formación como ninja o su amor por Matt Murdock, quien luego sería Daredevil. El dibujo se va adecuando a cada etapa, alternando un dibujo oscuro con otros de colores claros, así como trazos más simples que pueden dejar paso a un estilo más realista. Todo ello formando una narrativa caótica que sin embargo supone una disección impresionante del personaje que nos lleva a conocerlo mucho más de lo que lo hicimos en la colección de Daredevil, en donde dependía mucho de su relación con el justiciero. Aquí está la auténtica Elektra. Un comienzo de verdadera delicia...

...PERO...
(y es un gran pero)

...todo se corrompe según avanza la trama. Los siguientes dos números, en los que se introduce a Garret, todavía son muy buenos, aunque sin llegar a la inmensidad del primer episodio, y acto seguido la calidad se va degradando. De haberse mantenido el guión como en ese primer capítulo o similar, tendría a este cómic en la consideración de obra maestra, y sin duda lo mejor de Miller(ninguna de sus grandes obras me convenció como este inicio). No soy capaz de comprender cómo, después de mostrarnos un dominio tan impresionante del medio del cómic, puede tirar por la borda ese gran trabajo con una continuación tan mediocre y en ocasiones directamente mala.

Eso sí, da pie a portadas míticas como ésta.
Vayamos por partes. La trama se basa en unas premisas que podrían dar pie a algo muy bueno en manos de un buen guionista. En fin, está claro que tiene puntos absurdos, pero he visto manejar tramas más delirantes de formas verdaderamente magistrales. En pocos casos, pero sí. No es algo ajeno al mundo del cómic que digamos. Sin embargo, lo que hace que el guión en este caso pierda su coherencia por todas partes es la cantidad de situaciones carentes de sentido que se explican por dos grandes deus ex machina: "magia ninja" y "tecnología hiperavanzada". Y muy especialmente esto se repite(y se repite demasiado) con las experiencias directamente mortales a las que sobreviven sin apenas rasguños los personajes. Única explicación: "magia ninja" o "tecnología hiperavanzada". Bueno, sí, hay también una intentona por explicar algo más cuando se nos muestran archivos de SHIELD sobre Elektra, Garret o Perry, pero la verdad es que estas explicaciones no son nada convincentes y parecen más una acumulación de tecnicismos dispuestos para que el lector se ahogue en ellos, no entienda nada y por ello se vea incapaz de discutir cualquier situación absurda que suceda después. Además, por supuesto, en el probable caso de que entiendas estas parrafadas y en el más improbable de que puedas creer en ellas, ni siquiera te valen para TODO lo que vemos hacer a los personajes en el cómic.
"Estimula las partes más ancestrales de su cerebro, los cerebros reptil y mamífero, para dar lugar a actividad violenta al tiempo que no afecta en absoluto al cerebro. Su sistema límbico se iluminaba como una atracción de feria, con más actividad-y de naturaleza más extraña-de la que puede encontrarse en un esquizofrénico. Más asombroso aún: un escáner cerebral con laserfoto revela microcambios en la estructura física de su cerebro. Parece adaptarse a las necesidades más inmediatas y sensoriales de un animal. Las antitoxinas han anulado todos los efectos, así que nuestra conclusión es que este narcótico le provocó un caso de regresión genética."
Una pequeña parte de todo el blablabla que nos suelta SHIELD sobre Elektra.

El elenco de personajes también lo valoro de forma irregular. Por un lado está Elektra, que se nos muestra como una fría, despiadada y calculadora asesina. En un principio parece que el personaje va a desarrollarse más de lo que hizo en Daredevil pero la verdad es que tampoco profundiza tanto excepto en explorar algo más sus habilidades y reafirmarse una y otra vez como fría, despiadada y calculadora. Luego está el que, aunque su nombre no aparezca en la portada, veo que es el verdadero protagonista de esta historia: Garret, el agente de SHIELD. Un alcohólico algo misógino con una tendencia irrefrenable a la violencia que no le hace perder su estilo. La forma en que el personaje va cayendo en desgracia por culpa de Elektra y cómo ella lo va controlando gradualmente está muy bien reflejada. Sin duda el mejor construido y mi favorito en este cómic, desde cuya perspectiva se nos narra gran parte del mismo.

La tentación hace que Garret pierda la cabeza.
Luego existen otra serie de personajes que se encuentran en el límite de lo absurdo y exagerado. Perry, por ejemplo, empieza pareciéndome genial. Es el agente extremadamente violento y loco que nadie querría tener como compañero. Hay cierta parte, durante su reaparición, en la que me desagrada un poco por esas circunstancias desprovistas de sentido en las que vuelve, pero su participación en el final vuelve a gustarme, aunque tampoco me parece que sea muy relevante. El antagonista de la historia, La Bestia, no deja de ser un típico villano genérico que encarna a un mal puro y primario. De forma obvia, una encarnación del Demonio. Es muy simple, cosa que choca con el hecho de que dirija una organización tan compleja y competente como La Mano. Es como si un gorila dirigiese una corporación. Aunque de esa simpleza se deriva también un aspecto positivo, como es el halo de terror y maldad que envuelve cada viñeta en la que aparece. El personaje que sí veo totalmente prescindible y estúpido, y otro de los puntos débiles de esta obra es Castidad. Es simplemente un reflejo de la obsesión de Miller por la simbología católica. No cumple otra función en la historia y su desarrollo es nimio.
"Apunta las ametralladoras, chico, y no tomes el nombre de Dios en vano."
Castidad y su particular misión evangelizadora

El dibujo de Sienkiewicz es un despliegue de acuarelas que conforman las expresivas sombras danzarinas que son los personajes. Puede que esté un punto por encima de la media de lo que el artista acostumbra generalmente(lo cual ya es mucho) y creo que podría por esto resultar atractivo incluso para los poco convencidos(que queden) con su tan particular estilo. También el dibujo se viene abajo un poco según avanza el cómic, ya que, pese a seguir siendo un tenebroso derroche de arte, los recursos gráficos que utiliza se estancan más, de modo que ya no te sorprende tanto como al principio. No deja por ello de parecerme excepcional, pero sí es verdad que deja que te acostumbres en cierta medida a lo excepcional, como no sucede en los primeros números.

Elektra ante La Bestia.
Sencillamente impresionante.
El aspecto que más me gusta de este cómic es el reflejo que se hace en él de la campaña electoral que enfrenta a Ken Wind y a ese presidente actual que es una reminiscencia de Ronald Reagan(y que, sin embargo, se parece peligrosamente a una careta de Richard Nixon deformada por el calor de un fuego). Me resulta curiosa la crítica hacia el bipartidismo y hacia el sistema que hace Frank Miller, quien personalmente está muy alineado con la derecha. Es genial ver como no nos presenta a ninguno de los dos candidatos como un modelo inspirador de la democracia, sino que ambos, por diferentes motivos, son manipuladores, hipócritas y locos de atar. Y la representación gráfica que Sienkiewicz hace de ello es muy acertada, especialmente un recurso: la cabeza de los dos candidatos nunca muestra su rostro real, sino la imagen con su cara que aparecería en cualquier cartel o propaganda electoral. Esa careta ni siquiera se mueve como lo haría su cuerpo(es un poco escalofriante cuando se gira de espaldas Ken Wind y todavía sigue ahí su sonrisa mirándonos). Con ello nos damos cuenta de que no estamos observando a las personas, a los sentimientos que pueden mostrar, sino a una imagen, una fachada dada de cara al público, una estrategia política. Además, gracias a esas caras prefabricadas llegamos directamente al alma de los personajes, y pronto identificamos quién es el político conservador y acabado de mal temperamento y quién el populista símbolo de progreso que encandila a las masas.

Das puto miedo, Ken Wind.
Pero la campaña electoral no aparece durante todo el cómic, sino que se desarrolla como una trama secundaria que poco a poco gana una importancia capital, por lo que el único elemento que me encanta y se mantiene a lo largo de toda la serie (aparte del dibujo, aunque ya he dicho que comparativamente prefiero el del principio) es la introducción a cada capítulo, en la que vemos cómo las acciones del capítulo anterior han repercutido en la prensa a través de artículos más o menos extensos o importantes dependiendo de lo que haya sucedido. Es interesante ver cómo se deforman los hechos a través de la visión periodística y aporta una perspectiva nueva sobre la historia.

Chuck y Perry en el enésimo homenaje a Gótico Americano.
Ah, sí, por cierto, esa mancha azul es Chuck, una aberración
genética sacada de los abismos más profundos de SHIELD
que básicamente sirve a la historia para ser siniestro.
Creo que ha quedado ya bastante claro que el inicio me resulta una maravilla y cómo continúa para nada. No obstante, he de admitir que el final, aproximadamente el último número, me parece bueno. Y el definitivo final de las últimas páginas me gusta bastante. No creo que alcance las cotas tan inmensas de calidad con las que empezó, pero está muy bien. Así que me deja esta obra con una sensación indeterminada y confusa. Por un lado, tiene partes que me parecen increíblemente buenas pero luego hay otras que veo pésimas sin paliativos(excepto el del dibujo). Creo que incluso debería reconocer el mérito que tiene combinar esas facetas en un sólo cómic sin que una anule a la otra. También, por supuesto, no puedo obviar lo furioso que me siento al pensar que esto podría ser una obra maestra si no se arruinase con aquellos aspectos negativos. Una pena.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω

2 comentarios :

  1. En defensa de Frank Miller dire que al menos, en esta ocasión no se le ha ocurrido la fantástica idea de dibujar el. Y gracias a ello veo que ha conseguido un cómic no mediocre, pero si en la media con algunas cotas altas y otras bastante bajas.
    Y desde luego el trabajo de Bill Sienkiewicz es impresionante y prácticamente único, como todos sus trabajos relaciones con Daredevil o los personajes que conforman su trasfondo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Precisamente.
      Este cómic tiene partes buenas, partes mediocres y partes malas. Si las partes malas no fueran tan malas, quizá aún aprobase, pero las partes malas son tan fácilmente evitables y estúpidas que esto sería un triste suspenso de forma clara. Si se salva es en parte por ese primer episodio (en serio, me encantó) y por lo impresionante que está Sienkiewicz en todo el cómic. Un pedazo de dibujante.

      Eliminar

Comenta, opina y discute de lo que te parezca, pero sin perpetrar ningún acto villanesco. Superhéroes suelen merodear estos lares.