28 de octubre de 2012

El amnios natal, por Alan Moore y Eddie Campbell


ACLARACIÓN: Tal y como dije en la reseña de Serpientes y Escaleras, me ha sido difícil encajar en alguna categoría esta obra, por ser una especie de ensayo narrado con una estructura de cuento por dos consagrados autores de cómic. Finalmente, está en cómic, pero ya aviso que no se adapta específicamente a esto.

Foto bizarra para libro bizarro





Título: El amnios natal
Guionista: Alan Moore
Ilustrador: Eddie Campbell
Editorial: Astiberri
Páginas: 50+Entrevista a Alan Moore por Eddie Campbell
Precio: 12€






Podríamos decir que esta reseña es una segunda parte de la de Serpientes y Escaleras, ya que en ella ya avisé que estas dos obras, por su similar temática, iban a ser, en un principio, reseñadas juntas. No obstante, debido a la desigual impresión que me causaron, decidí separarlas. Tal y como dije, El amnios natal es la primera de las obras que Eddie Campbell tuvo a bien adaptar de entre las singulares actuaciones mágicas de Alan Moore. El inglés no tenía escritos de esta actuación, de modo que todo el trabajo de adaptación de Campbell hubo de hacerse a través de grabaciones, por lo que veo en esta obra algo mucho menos elaborado que con Serpientes y Escaleras, que ya premeditadamente se iba a convertir en cómic.
El amnios natal es la mortaja del parto para que no contemplemos la cara del nonato de la misma manera que evitamos las expresiones de cera de los muertos
El argumento de este "cómic" comienza con la experiencia personal de Alan Moore a la muerte de su madre y las reflexiones que le vienen a la mente cuando se encuentra entre las pertenencias personales de la difunta su propio amnios minuciosamente conservado. A partir de entonces, el británico comienza el relato de una vida que no es sino el de toda una sociedad que se orienta desde el momento del parto a través de los símbolos y la magia hacia un estado dócil que sólo puede romperse del mismo modo con la magia. Y todo ello, claro está tratándose de este autor, desde una retrospectiva que avanza hacia atrás en el tiempo hasta el momento en que el bebé se encuentra en ese amnios que no para de nombrarse al inicio de cada capítulo.

Qué monos los bebés, ¿no?
Desde el principio percibí una serie de cosas que no encajaban, digresiones respecto a la idea central que conduce todo el "cómic" a las que, al menos personalmente, no encuentro sentido. En un principio pensé que había dos posibilidades: una es que yo fuese incapaz de captar la relación que Moore claramente veía en esas aparentes digresiones y otra es que se tratase de algo relacionado con las experiencias vitales del autor, pues ciertamente esta obra tiene un carácter muy personal y autobiográfico en diversos momentos. Sin embargo, al leer la entrevista de Eddie Campbell a Alan Moore que sirve de epílogo a este libro(muy interesante, por cierto) descubrí que el mismo Moore admitía haber usado conceptos y frases deliberadamente absurdas con el objetivo de evadir a los lectores y hacer trascender su mente. Aunque no descarto que en ocasiones pueda suceder alguna de las dos hipótesis que en un principio manejaba, imagino que muchas de las otras veces me haya tropezado con esos conceptos inconexos que, aunque se disfrutan por la indudable maestría narrativa de Moore, sirven como meros adornos que te alejan de la idea central.

Hablando un poco de esta idea central, me parece en este caso algo simple, complicada tan sólo por la estructura narrativa, el delicioso dominio de las palabras de Moore y ese absurdo deliberado. También, aunque la idea de esa determinación social dada por la magia presente en todas las palabras no es desde luego algo usual, muchos de los conceptos relacionados son algo más típicos. Lo que yo pienso es que en este "cómic" Alan Moore aún no tiene su teoría mágica lo suficientemente desarrollada como para explicarla por entero, y por eso recurre más a la experiencia personal y a una historia más típica respecto a lo que sería Serpientes y escaleras, que sí es un tratado completo y complejo de lo esencial en su teoría mágica. Aquí lo que vemos es más bien una recopilación de experiencias vitales junto a una crítica social que se comienza ya a analizar desde el prisma de esa teoría mágica.
Cosas viejas porque sí
En cuanto al apartado gráfico, aunque Eddie Campbell sigue estando soberbio en este cómic, la distribución y la narración gráfica me sugieren algo menos experimental que en Serpientes y escaleras (va, ya es la última vez que los comparo), pero sigue adaptándose bien a las palabras y los conceptos de Moore. Supongo que achaco esta menor conjunción a la ya mencionada poca premeditación de este "cómic", que nunca estuvo planificado para serlo.
Una página de Campbell
En definitiva, una obra disfrutable sobre todo por la calidad implícita en Moore a la hora de narrar y de Campbell para dibujar, pero que maneja unos conceptos que en ocasiones no son todo lo elevados que estos dos autores pueden manejar y en otras son deliberadamente inextricables. Creo que podría ser recomendable para acérrimos fans de Alan Moore que encontrarán aquí una buena obra de los inicios mágicos del genio de Northampton(aunque sin ser ni mucho menos lo más representativo ni lo mejor) pero que en este caso sí que es totalmente desaconsejable para aquellos que no conozcan al autor, puesto que se llevarán una idea incompleta de sus ideas que podría provocar un aborrecimiento nada merecido.

(Termino de nuevo con una frase que me llamó la atención dentro de la obra)

Nos cortamos a nosotros mismos para encajar en la ropa. Nos recortamos al tamaño adecuado cuando nos entregan por vez primera a la maquinaria contundente del mundo.
PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω

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