23 de enero de 2012

El Mago de Oz, de L. Frank Baum, por Eric Shanower y Skottie Young

ADVERTENCIA: Para el correcto disfrute de esta reseña conviene escuchar la canción siguiente con el objetivo de introducirse por completo en el colorido país de Oz. ¿Entras?

 

(Lo sé, una mala foto, no me lo tengáis en cuenta)






Título: Clásicos Ilustrados Marvel: El Mago de Oz
Guionista: Eric Shanower(a partir de la obra original de Lyman Frank Baum)
Dibujante: Skottie Young
Editorial: Panini Cómics.
Páginas: 199+extras 
Precio: 15 €








¿Alguno desconoce las andanzas de Dorothy y sus extravagantes compañeros?¿Alguien lee esto? Bueno, supondré que sí y haré una pequeña sinopsis:

Dorothy es una niña que vive con sus tíos, Henry y Em, en una granja en medio de Kansas. Un día un tornado la transporta al maravilloso país de Oz, un lugar lleno de magia y seres fantásticos, como el Hombre de Hojalata sin corazón, el León cobarde o el descerebrado Espantapájaros, personajes con los que entablará una curiosa amistad y que le acompañarán en su viaje hacia la Ciudad Esmeralda, donde espera que el poderoso Mago de Oz conceda su deseo de regresar a Kansas, junto con los anhelos de sus amigos.


No he leído el material original de L. Frank Baum, tan solo he visto la película de Judy Garland, así que me he sorprendido al comprobar la amplitud de la historia y del País de Oz, supongo que debido a que esta adaptación es más fiel que la obra cinematográfica. Pero no es la variedad de tramas lo que me ha sorprendido, que al fin y al cabo son tramas de cuento simples aunque imaginativas, sino los diálogos que van definiendo a los personajes, sin duda geniales, y las moralejas propuestas, que escapan al clásico "respeta las normas y no te aventures sola" y al "no hay nada como el hogar" que yo tenía asumido para este cuento y nos muestra una serie de matices que hacen que puedan interpretarse diversas moralejas, depende de con cual estoy más o menos de acuerdo. Pero, de todas formas, no es eso en lo que tienes que pensar al leer el Mago de Oz. No. Lo que tienes que hacer ese disfrutar de la explosión de fantasía que se produce en cada página.

Limítate a seguir el camino de baldosas amarillas...
En un principio, el cómic es muy acelerado. El ritmo de la acción es rapidísima, al menos durante la presentación de los cuatro personajes protagonistas. Le he querido ver a esto una justificación, y es que todos los conocemos. Ya sabemos que Dorothy se encuentra con todos ellos y por qué todos necesitan llegar al país de Oz para encontrarse con el Mago, pero es que no es lo único ni lo central de esta historia. A partir de ese momento la narración se r a l e n t i z a  y comenzamos a descubrir todo lo que Oz abarca, las deliciosas interacciones entre los personajes y los diversos obstáculos a los que se enfrentan durante su viaje, incluida la lucha con la bruja mala del Oeste, que contiene algunos momentos que podrían clasificarse incluso de cruentos por como sufren los protagonistas.

Me da a mí en la nariz que ya no estamos en Kansas, ¿eh?
Todo ello a través de los lápices magistrales de Skottie Young, que se maneja a la perfección en esta historia. Nunca ha sido uno de mis dibujantes preferidos, pues lo conocí en la colección de New X-Men, y allí su estilo infantil no me parecía el adecuado (nunca me ha gustado que a las colecciones protagonizadas por adolescentes se les dé un tono directamente infantil). Sin embargo, ha hecho un diseño impresionante de los habitantes de Oz, plástico y con movimiento, ideal para un cuento. La verdad es que el trazo de Young resulta impresionante en algunas ilustraciones a página completa o incluso a doble página. El color de Jean-François Beaulieu también merece mención, brillante y reluciente para los exteriores de Oz, un resplandeciente verde para la Ciudad Esmeralda, y siniestro y tenebroso cuando debe serlo.

El Espantapájaros orgulloso de su nuevo look punky
En cuanto a los personajes, son impresionantes tal y como los han plasmado. Hasta Dorothy, un personaje aburrido y estridente donde los haya(al menos para mí), tiene partes en las que te entran ganas de aplaudirla. El León es abrazable, y te hará reir, por lo menos cuando pasan la ciudad de porcelana. El Hombre de Hojalata resulta tierno, y la historia de su origen es cuanto menos curiosa. Y el Espantapájaros es mi preferido, tanto por el diseño de Skottie Young como por sus acertados diálogos, dichos con el ingenio de alguien que no tiene cerebro. Mención especial merecen esas ratas de campo tan diligentes y dispuestas a ayudar, o esos monos alados tan traviesos pero con buena voluntad. En fin, casi cada pequeño ser del país de Oz merece mención. Excepto los Munchkins. Siempre he odiado a los Munchkins...
"Considero que un cuerpo es sólo una máquina dirigida por el cerebro, y los que no tienen cerebro pueden ser dirigidos por otros."
-El Espantapájaros


Un cómic memorable, digno de los dos premios Eisner(Mejor serie limitada y Mejor publicación infantil) que ha cosechado en 2010(y que sigue cosechando, que Skottie Young ha ganado el cotizado premio en 2011 por el dibujo de la continuación...habrá que estar atento a su salida), con todos los alicientes para convertirse en un cómic que llegue a todas las edades, sobre todo si te gusta dejarte llevar por la fantasía y la magia que desborda Oz.

PUNTUACIÓN:
Ω Ω Ω Ω

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