Los Inhumanos, por Paul Jenkins y Jae Lee

Un montón de cuadros azules y letras enormes,
ideal para joder cualquier portada por genial que sea

Título: Marvel Knights: Inhumanos

Guionista: Paul Jenkins

Dibujante: Jae Lee

Editorial: Panini Cómics.

Páginas: 288.

Precio: 15 €

Este cómic tiene tantas líneas argumentales y parte desde tantas premisas que tratar de hacer una sinopsis escueta me va a resultar imposible. Veamos qué tal se me da, pero no prometo que vaya a ser muy corto:

Desde hace millones de años existe en la isla de Attilan, protegida por la tecnología alienígena que los creó, una misteriosa raza llamada los Inhumanos. Cada uno de ellos posee un increíble poder debido a que, al término de su adolescencia, se someten a un ritual consistente en exponerse a las nieblas terrígenas, las cuales alteran su genética por completo. De esta transformación depende su futuro,el lugar que ocuparán en la sociedad inhumana. El líder de esta misteriosa raza de metahumanos es el rey Blackagar Boltagon, un hombre serio y taciturno, pero es algo que no se le puede reprochar, ya que no sólo debe cargar con la responsabilidad de toda su raza, sino que también debe lidiar con el increíble poder que yace en su interior, pues se dice que un susurro salido de su garganta es capaz de partir por la mitad una montaña , además de mantener encarcelado y a raya a su hermano, el conspirador al que llaman Máximus El Loco. Y eso es sólo la parte bonita de Attilan. En su subsuelo vive en aparente libertad una raza inferior de inteligencia limitada llamada los Alfa Primitivos que fueron creados en laboratorios por los inhumanos para ocuparse de todo el trabajo y así mantener los mecanismos de la ciudad inhumana funcionando. Todo este frágil equilibrio amenaza con romperse cuando los humanos se percatan de la existencia de los inhumanos. ¿Sabrán los gobiernos humanos aceptar la actitud reservada de los Inhumanos? ¿Cuánto tiempo podrán aguantar ambas razas sin confrontarse? Y lo que complica todo más aún…¿qué sucederá cuando un muchacho se exponga a las nieblas terrígenas como parte de su iniciación inhumana y salga transformado en un Alfa Primitivo?

(la imagen de la portada sin tantos añadidos inútiles)

Y esto es sólo el punto de partida (y alguna que otra cosa me he dejado en el tintero). Es cierto que muchos de los conceptos ya venían ofrecidos por Stan Lee y Jack Kirby, creadores originales de los Inhumanos, pero a pesar de ello no se puede calificar de otro modo que de impresionante la cantidad de tramas que se barajan y la construcción total que se hace da la sociedad inhumana, sin descuidar en ningún momento cada uno de los aspectos que la conforman. Desde la familia real inhumana, hasta los Alfa Primitivos, desde la guardia hasta los bajos fondos, pasando por los adolescentes que se someterán al ritual de las nieblas terrígenas... ¡Hasta se le dedica un capítulo a Mandíbulas, la mascota del rey! Todo ello para insertarnos dentro de esa Attilan que ya desde la segunda página se nos muestra en todo su esplendor. Más tarde o más temprano, acabas por identificarte con ese mundo misterioso y reservado de los inhumanos, e incluso muchas veces secundarás a Gorgon y querrás declararle la guerra a esos molestos humanos. Un retrato de toda una sociedad que magistralmente se lleva a cabo a través de los lápices de Jae Lee, que con su habitual estilo lleno de luces y sombras refleja visualmente el interior de un pueblo que al final no te parecerá tan inhumano.

¿Quién es un buen perrogiganteteleportadorconuntenedorenlacabeza? ¡Tú!

Porque al fin y al cabo, a través de los inhumanos, y a través del conflicto que tienen con los humanos, se nos describe a nosotros. Vemos los vicios, la corrupción, la codicia y el odio en la gran y compleja sociedad de los humanos y como se compara con la pequeña y más simple sociedad inhumana, que también tiene sus virtudes y sus defectos, y te preguntas cuál de los dos es más verdaderamente humana, o si ambas son al final inhumanas. Reflexiones que se ven favorecidas por el ritmo narrativo lento y equitativo, que se toma el tiempo perfecto para desarrollar a los personajes clave y que se detiene en algunas subtramas que enriquecen la historia principal y ayuda a formar esa visión de corte transversal de la sociedad.

Pero, a pesar de que el cómic trata de toda la sociedad inhumana y de sus efectos sobre la humana(impresionante el capítulo exclusivamente dedicado a mostrar los efectos en los humanos de a pie, por cierto), si tuviésemos que buscar un protagonista sería el rey Blackagar Boltagon, Rayo Negro, de quien depende todo el destino de los inhumanos y quien debe adoptar una postura similar a la visión del Príncipe que tenía Maquiavelo. Es excepcional que el equilibrio entre dibujo y narración sea capaz de reflejar la personalidad y todas las tribulaciones internas de un personaje que es incapaz de pronunciar ni un susurro sin destrozar al que se lo dirija. Aunque a mí, personalmente, el personaje que más me ha gustado, junto con Woz, es sin duda Máximus El Loco. Un personaje que no pierde nada de su carisma ni de sus perversos planes conspiratorios por estar presumiblemente a merced de su hermano, aunque me habría gustado que tuviese un papel más dominante al final. Probablemente eso volvería el cómic uno o dos episodios más largo, pero habría hecho que tuviese un desenlace mucho más épico.

Estos son los preocupados ojos de un loco... revelan sueños de conquista, de hadas de cereza y montañas de caos. Ven grotescos conceptos elevados a su alcance, pero aun así, enloquecedoramente inalcanzables...

(lo típico que le dices a Máximus el Loco: "córtame las puntas mientras estoy inconsciente" y te acaba haciendo un estropicio...)

Tal vez como dato negativo se le pueda achacar un final que lleva a un giro que, si bien no es directamente previsible, sí que podía haber dado para más. Por lo demás, un cómic brillante y sumamente entretenido, digno de lo que había oído hablar de él, con una narración rica y distendida, pero que en ningún momento se hará lenta, fundido perfectamente con el dibujo de Jae Lee, espectacular cuando debe serlo pero siempre muy expresivo, aderezado con una historia con ramificaciones interesantes que nunca se vuelven insulsas.

PUNTUACIÓN:

Ω Ω Ω Ω